
Las ausencias de Raphinha, Fermín o Gavi, tres de los jugadores que más intensidad meten en el Barça de Flick, pesaron más de lo que se esperaba en un equipo que hizo menos faltas que el PSG.
No puede decirse que el Barça no lo pusiese todo contra el PSG. Corrió hasta 115 kilómetros, dos más que su rival. Se lo dejó todo al punto de que jugadores como Eric o Pedri, que estuvieron a un gran nivel, terminaron literalmente reventados. Sin embargo, cuando acabó el partido y el sentimiento de vacío invadió al equipo, muchos añoraron, en el balance final, un punto de raza e intensidad. El factor del otro fútbol.
El Barça terminó el partido con doce faltas, alguna de ellas muy evidente. Hizo dos menos que el PSG y en ningún momento supo parar el partido. No sólo eso. También le faltó energía y, tal vez, el punto de picante necesario para dar el golpe de gracia al PSG cuando el partido estaba 1-0. Ahí, se echó de menos la voracidad de los ausentes: Raphinha, Fermín y Gavi siempre juegan explorando los límites de ritmo e intensidad. Jugadores como Rashford, Olmo o Lamine tienen un talento innegable, pero no muerden al mismo nivel porque está menos en su ADN. Esa variable también fue estudiada por Luis Enrique quien consiguió, una vez pasado el primer tirón azulgrana, dominar el partido desde la posesión y acabar jugando exactamente al ritmo que pretendía.
Con Gavi fuera del equipo los próximos cinco meses, Flick espera recuperar a Raphinha y Fermín después del parón. El brasileño, después de un inicio de temporada más flojo, daba la sensación de haber comenzado a despegar en las últimas semanas: tres goles y dos asistencias. Fermín, dos goles contra el Valencia, había empezado como un avión y, de hecho, le había quitado la titularidad a Olmo en la posición de mediapunta. Los dos, sin embargo, cayeron de manera inesperada. Raphinha había sido un fijo la temporada pasada y lo de Fermín tuvo el punto de mala fortuna de ser la última jugada del partido contra el Getafe. El regreso de ambos futbolistas, que no irán con sus selecciones la próxima semana, se antoja fundamental para otro tramo decisivo de la temporada del Barça, el que se inserta entre los parones de octubre y noviembre, que incluye el Clásico en LaLiga y dos partidos contra Olympiacos y Brujas que toman importancia. El partido contra el PSG los reveló como indiscutibles en términos de carácter.
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