Editor IAM
Su vuelta al equipo con normalidad no está prevista para antes de finales de octubre. El jugador ha seguido un plan especial, con descanso incluido en Jamaica. Ya trabaja en Valdebebas.
En Montego Bay, al oeste de la caribeña isla de Jamaica, en un resort de lujo, el Half Moon, un paraíso de 400 hectáreas de pinares y playas privadas y en compañía de más de una docena de familiares, realizó Bellingham un plan especial de recuperación, alejado del ruido y el calor de Madrid. El club concedió algún día más de descanso al inglés, (ya está en Valdebebas, desde el pasado jueves) exprimido hasta la saciedad en las dos últimas temporadas. Fue operado de su maltrecho hombro el 16 de julio, siete días después de que el equipo cayera en el Mundial.
Bellingham estará fuera, al menos, hasta finales de octubre. Esa operación de hombro es delicada y requiere mucho descanso en las etapas iniciales, y aún así, el inglés, además de fotos en las que compartía sus últimos momentos de recreo, también colgó vídeos en los que se le veía trabajando la zona con gomas elásticas y una cara de dolor que habla bien a las claras de que la cosa va, como era de esperar, poco a poco.
Sabemos cómo pasó Bellingham sus últimos días de descanso porque él mismo dio pormenorizada cuenta en sus redes sociales. Al ritmo de las icónicas canciones de Bob Marley, ídolo eterno de la Jamaica de la ha disfrutado, se le ve posando en muy diferentes situaciones, ante paisajes caribeños idílicos, pero siempre con un denominador común: está en compañía de su familia. De toda su familia. El viaje soñado para cargar pilas.
El Madrid espera al mejor Bellingham a su vuelta. El jugador total que mostró ser en su primera temporada en la que justificó con creces los más de 100 millones de euros que se pagaron al Dortmund por él. La campaña en la que marcó 33 goles en 42 partidos. Sólo una inoportuna luxación de hombro sufrida ante el Rayo en noviembre de 2023 pudo con él. Y a partir de ahí se vio otro Bellingham.
El inglés ha sufrido desde entonces un calvario, llegando a jugar más de cien partidos arrastrando esa luxación, con un aparatoso vendaje, hasta que se tomó la decisión de parar, operar, y empezar de nuevo. Ahora tras un merecido y extendido descanso en Jamaica, Xabi le espera ansioso de tener al mejor Bellingham con él.
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