El 27 de diciembre de 1985 Racing le puso punto final a una situación tan insólita como increíble: su paso por Primera B. Ese día igualó con Atlanta 1 a 1, en el estadio de River Plate, en el partido final de vuelta por el octogonal que definía el segundo ascenso a Primera A y logró un enorme desahogo tras dos temporadas en el ascenso.
Néstor Sicher, un lateral izquierdo de pelo enrulado y pasado en Lanús, anotó un golazo, con un fuerte zurdazo al ángulo y desató la fiesta de los miles de hinchas de Racing que concurrieron al Monumental de Núñez.
El gol de Heber Bueno, de Atlanta, para el 1 a 1 final, no impidió la fiesta académica ya que en el cotejo de ida, una semana antes y también en cancha de River, había goleado 4 a 0, con dos tantos de Walter René Fernández (uno de penal), Miguel Ángel Colombatti y Daniel Severiano Pavón.
Ese 27 de diciembre de alegría y resurrección, el equipo dirigido por Alfio Coco Basile formó con: Miguel Wirtz; Washington González, Víctor Longo, Gustavo Costas, Néstor Sicher; Ítalo Ortiz, Horacio Cordero, Horacio Attadía; Félix Orte, Daniel Pavón y Walter Fernández.
“Viví dos situaciones puntuales con Racing en la B. Lo mejor fue el ascenso después de dos años muy sacrificados. En esa época era todo a pulmón. Fue inolvidable el partido final en cancha de River con 70.000 personas, ganamos y ascendimos”, le dijo Ítalo Ortíz a IAM Noticias.
En ese campeonato -que tuvo a Rosario Central como cómodo campeón-, Racing había finalizado en el segundo puesto de la Zona A, con una campaña de 17 victorias, 15 empates y 10 derrotas. Así clasificó al octogonal por el segundo ascenso.
En cuartos de final le ganó a Banfield 3 a 1 (goles de Colombatti, Pavón y Félix Orte) en cancha de Boca y perdió por idéntico resultado (gol de Pavón), en la ida en cancha de Vélez, pero avanzó por ventaja deportiva.
En las semifinales derrotó a Quilmes 2 a 0 (Gustavo Costas y Pavón) y 3 a 1 (Horacio Cordero, Orte y Washington Olivera), ambos partidos disputado en River Plate.
Luego llegaron esas finales ante Atlanta y el regreso a la máxima categoría del fútbol argentino, para volver a colocar a Racing entre los grandes. Pasaron 35 años.