Romain Grosjean tuvo un segundo nacimiento en el circuito internacional de Barhein, donde la Fórmula 1 compitió el domingo. El piloto francés escapó a unas llamas en las que estuvo sumergido durante 28 segundos, después de un impactante choque contra un guardrail que partió su auto en dos partes.
Por fortuna, por milagro, o por una conjunción de ambas cosas, Grosjean salió por sus propios medios del vehículo y sólo sufrió quemaduras en el dorso de sus manos.
El día posterior al Gran Premio de Barhein que recordará por siempre, el piloto del equipo Haas agradeció las muestras de apoyo.
“Muchas gracias por todos tus mensajes. Vida amorosa”, publicó en su cuenta de Twitter.
En esa misma red social, el Haas posteó un video del piloto que nació en Suiza pero representa a Francia. Allí valora la “valentía” de los “alguaciles, médicos y bomberos” que lo socorrieron.
El equipo con base en Carolina del Norte, Estados Unidos, emitió esta mañana un parte oficial, en el que anticipa que Grosjean, quien permanece internado en el hospital de las Fuerzas de Defensa de Barhain (BDF), será dado de alta este martes.
“El tratamiento de las quemaduras que sufrió Grosjean en el dorso de las dos manos va bien. Grosjean fue visitado por Guenther Steiner, director del equipo Haas F1 Team, el lunes y se prevé que será dado de alta del hospital el martes 1 de diciembre”, informó el equipo.
Naturalmente, el francés no podrá ser de la partida en la próxima competencia de la Fórmula 1. Esa competencia está prevista para este fin de semana, nuevamente en Barhein.
En su reemplazo estará el brasileño Pietro Fittipaldi, de 24 años, nieto de Emerson, quien fuera campeón mundial de Fórmula 1 en 1972 y 1974.