Entre tantos homenajes que se le hizo a Diego Maradona desde el momento de su fallecimiento, uno de los más esperados era el que le iba a realizar Boca Juniors en La Bombonera.
El mítico estadio Xeneize, donde Diego jugó en 1981 y en el final de su carrera en la temporada 1996/97, se adornó con banderas alusivas para Maradona y se invitó a Dalma Maradona al palco que utilizaba su padre.
La hija de Diego estuvo con su marido y fue conmovedor ver sus lágrimas en cada gesto que tuvieron los jugadores con la memoria de su padre, como ocurrió con el primer gol del colombiano Cardona, quien le fue a dedicar la conquista junto a sus compañeros.
En el círculo central, se desplegó una bandera con los colores de Boca, el rostro de Diego y la leyenda Diego Eterno, que también se repitió en varias partes del estadio.
Además, el plantel y cuerpo técnico de Boca saltaron al campo de juego con su camiseta tradicional, pero con un parche en el pecho con la imagen de Diego y el nombre de Maradona en la espalda.
El rival, Newell’s, también le preparó algo especial, ya que allí Diego jugó en 1993, en la previa del Mundial de Estados Unidos 1994.
Los futbolistas rosarinos lucieron un número 10 en el frente de su camiseta y el capitán, Maximiliano Rodríguez, portó en sus manos la casaca que Diego utilizó en Newell’s.
Durante el entretiempo, se apagaron las luces del estadio y sólo se iluminó el palco de Maradona. En ese mismo momento, se reprodujo un video en la pantalla gigante de la carrera de Diego.
