Cuando Lionel Messi está en Barcelona, se habla de él, y cuando no está también. Por eso, y por el poco convencional recibimiento que tuvo al arribar hoy a la ciudad catalana, el rosarino estalló.
Para empezar, en el tiempo en el que estuvo afectado al seleccionado argentino, se hicieron sentir varias críticas al astro mundial, y entre ellas la más dura fue de un tío de Antoine Griezmann, quien acusó a la Pulga de imponer un “régimen del terror” en el club blaugrana.
Por otro lado, la sorpresa de Messi fue mayúscula al aterrizar con su avión, ya que lo esperaba una inspección de Hacienda que lo demoró casi una hora para poder abandonar el aeropuerto.
“Estoy un poco cansado de ser el problema de todo en el club. Encima llegué después de viajar 15 horas y me encontré a uno de Hacienda haciéndome una inspección”, se quejó el futbolista ante la consulta de los decenas de periodistas que lo aguardaban.