Figura y conductor de Los Angeles Lakers en su flamante consagración como campeón de la NBA, LeBron James celebró la conquista de su cuarto anillo siendo elegido el MVP (no podía ser de otra manera) de estas finales y con una llamada y unas declaraciones especiales.
Luego de los abrazos y los festejos con sus compañeros, cuerpo técnico y directivos, LeBron agarró su teléfono celular para llamar a su mamá, Gloria Marie James. “Hola mami, hola mami… Todo por lo que has pasado, todo lo que he visto, lo que yo pasé no es nada comparado con lo que tú pasaste. Soy lo que soy gracias a vos. No hay nada que pueda detenerme. Espero seguir haciéndote sentir orgullosa, mamá”, fueron algunas de sus palabras, recostado en el piso y fumando un habano.
El jugador de 35 años registró un promedio de 29,8 puntos, 11,8 rebotes y 8,5 asistencias en los seis partidos de las finales disputadas en la burbuja de ESPN-Disney en Orlando. Ya había sido MVP y campeón con Miami Heat, en dos ocasiones, y con Cleveland Cavaliers, un registro que nadie más consiguió.
“Este título significa mucho para mí, cuando vine a Los Angeles dije que iba a volver a poner a esta franquicia en el lugar que corresponde. Es una franquicia histórica, y es un sentimiento increíble”, manifestó James.
Y resaltó: “Sólo queremos respeto. Rob Pelinka (gerente general de Lakers) quiere respeto. El entrenador Frank Vogel quiere respeto. Nuestra organización quiere respeto. La Laker Nation quiere respeto. Y yo también quiero mi maldito respeto”. ¿Habrá sido un mensaje a quienes no lo eligieron MVP de la fase regular de esta temporada que acaba de finalizar?
LeBron no se olvidó de su compromiso social y político: “Todos queremos mejores días, y debemos continuar luchando contra las injusticias y a favor del voto, contra todo lo que es lo contrario al amor. Si podemos hacerlo, Estados Unidos será un país que podremos amar y vivir mejor todos”.