Salomé Di Orio, una de las referentes del arbitraje femenino, opinó sobre la histórica designación de sus colegas argentinas, Mariana De Almeida (asistente en Racing-Nacional) y Daiana Milone (asistente en Defensa y Justicia-Delfín), las primeras árbitras en la Copa Libertadores masculina.
“Fue una gran noticia. En los años que llevamos de arbitraje no habíamos tenido la oportunidad. Todo el plantel femenino está conectado, el debut de las chicas nos dio mucha alegría”, dijo Di Orio en TT Sports.
Aunque sentenció que “vamos a estar más contentas cuando sea una designación voluntaria, que de un primer momento salga la posibilidad de que una árbitra forme parte de los torneos masculinos de Conmebol. Me hubiera encantado que la designación de las árbitras fuera voluntaria y no de emergencia por no haber varones disponibles”.
La árbitra con presencia en Copa Libertadores, Juegos Olímpicos y Copa del Mundo femeninas manifestó que “no se nos cruzaba por la cabeza ser convocadas a una capacitación masculina, seminario o a un torneo. La costumbre venía siendo que tomemos como regla lo que no lo era. Afortunadamente, la FIFA, por un cambio de aire y por nuevos dirigentes, empezó a realmente valorar al arbitraje por capacidad y no por género”.
“Al bajar una línea a nivel internacional, el organismo que nos rige a nivel mundial, se baja a las confederaciones miembros y eso hace que las árbitras nos podamos ilusionar con tener cada vez más participación en torneos masculinos. Comparto la reivindicación. Será mucho mejor cuando sea una designación voluntaria para la Libertadores”, señaló Di Orio.
Explicó que “Conmebol nos convocó a cinco árbitras de Sudaméricas para una capacitación de VAR, junto a varones, el año pasado. No solo en cabina, también en campo de juego. De a poco se muestra una apertura. FIFA empezó a valorar el arbitraje por capacidad y no por género. Nos podemos ilusionar cada vez más con participar en torneos masculinos”.
Siguiendo con el tema, Di Orio aseguró que “no hay sistema de méritos, no me garantiza un ascenso el hecho de que me vaya bien. Sigo en la misma categoría desde el año 2006, cuando debuté, a pesar de mi buen rendimiento. Las mujeres fuimos siempre por un carril diferente al de los hombres. Nunca hemos tenido alguna explicación o razonamiento de por qué no hemos tenido las posibilidades de nuestros compañeros”.