Salvador Ragusa: “Basta de dirigentes del interior traidores y sin huevos”

Salvador Ragusa, técnico rosarino con extenso recorrido dirigiendo sobre todo clubes del interior, explotó de bronca, en una entrevista radial, por la situación actual. “Estoy muy caliente porque el interior se tiene que poner de pie y hacerse valorar. Me indigna lo que está ocurriendo”, disparó.

“¿Cómo puede ser que al fútbol del interior lo manden a jugar el año que viene, mientras que el ascenso de Buenos Aires tiene fecha este año? No somos antipandemia y entendemos que si no se puede jugar, no juega nadie. Si no se juega para cuidar la salud, estamos de acuerdo. Pero si se juega, jugamos todos. Nos dicen: cabecita negra del interior, sos una mierda, andá nomás y jugá el año que viene“, acusó Ragusa en el programa Poné los fideos (Radio 10 de Salta).

El experimentado entrenador manifestó: “a los clubes del interior les sugirieron que se bajen del Regional Amateur, ni siquiera consultaron a los presidentes de 70 equipos que quieren jugar. Vamos a cortar la calle Viamonte por esta injusticia”. Y, además, pidió: “Que vuelva el Federal B, cuya cancelación dejó sin trabajo a mucha gente”.

El actual técnico de Altos Hornos Zapla siguió con su fuerte acusación: “basta de dirigentes del interior traidores y sin huevos, basta del nepotismo del santiagueño este, a quien respeto. Quiero un fútbol del interior de pie y con directivos con huevos como Nucciteli, Pepe Jiménez, Ulloa, Mirkin, Pérez de Racing de Córdoba o el presidente de San Martín de Tucumán que se plantó”. 

“Quiero dirigentes que no se dejen avasallar. que no sean traidores y vendidos. Van a Buenos Aires, ven el Obelisco y se obnubilan. Tenemos que unirnos presidentes, técnico y jugadores del interior para defender nuestro fútbol y hacernos respetar como corresponde”, apuntó. Ironizó: “Volvé Grondona, te extrañamos”.

El experimentado técnico, de 66 años y con paso por 40 clubes del país y del exterior, es reconocido no sólo por sus conceptos tácticos sino también por su vocación docente y formativa. Esta vez, la defensa de sus convicciones pudo más y lo hizo estallar para plantear su disgusto.

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