La Major League Soccer (MLS) estadounidense se sumó hoy a la protesta que se inició en la NBA por la agresión sufrida por el ciudadano afroamericano Jacob Blake a manos de la policía de Kenosha, Wisconsin, y suspendió todos sus encuentros de la jornada, excepto uno.
La decisión fue tomada cuando Orlando City y Nashville ya estaban jugando, por lo que fueron los otros seis partidos del día los postergados. Es más, los jugadores de Inter Miami y Atlanta United salieron al campo, pero solo para protestar por un nuevo caso de brutalidad policial contra un afroamericano.
Todo se inició cuando Milwaukee Bucks decidió no presentarse a jugar contra Orlando Magic su quinto partido de los playoffs de la NBA, y de a poco los demás deportes se van sumando a una medida ejemplar que llega desde el deporte y demuestra que no siempre el show debe continuar.
A Blake, un policía le disparó siete veces por la espalda, estando desarmado, durante un arresto.