Terminó la segunda semana de entrenamientos para River en el predio que el club tiene en Ezeiza y se vienen días de entrenamiento intensivo en la burbuja sanitaria que el cuerpo técnico diagramó en un hotel cercano a ese lugar.
El plantel Millonario llegará allí, seguramente, sin el colombiano Juan Fernando Quintero, quien comenzó a despedirse del mundo River, porque de no mediar imprevistos se convertirá en jugador de Shenzhen de China.
Incluso el masoterapeuta del plantel, Marcelo Sapienza, le dedicó unas palabras al colombiano a través de las redes sociales.
“Eternamente gracias panita. Gracias por tanto dentro y fuera de la cancha. La suerte de conocerte y saber que sos una gran persona, de gran corazón. Voy a extrañar tu ‘hola, Chelito”, escribió.
Claro, luego borró la publicación porque el club aún no confirmó oficialmente una operación que dejaría en sus arcas alrededor de ocho millones de dólares.
Quintero, en su cuenta de Instagram, también entregó indicios de que restan horas para oficializar su partida: en una historia, publicó una foto con sus representantes, Rodrigo Riep y Chicho Fortes y la frase “¡¡Gracias, amigos!! La historia continúa”.
Con todo esto, solo queda pensar cuánto perderá el equipo de Marcelo Gallardo con la salida del autor del que denominan el gol más importante de la historia del club: el 2-1 a Boca que encaminó la obtención de la Copa Libertadores 2018, en el estadio Santiago Bernabéu.
Quintero, desde que regresó de la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda que lo mantuvo inactivo durante buena parte de 2019, no pudo asentarse en la formación inicial Millonaria.
De hecho, Gallardo lo utilizó como relevo, pero jamás volvió a confiar en él como titular inamovible, aunque también es necesario aclarar que ese un título que nunca terminó de ganarse con la banda roja en su pecho, más allá de apariciones trascendentales en los distintos torneos que ganó en River.
Su partida, en principio, no supone un problema imposible de reparar para el apodado Muñeco, que también podría padecer la salida de Jorge Carrascal. Dos al precio de uno. Y en funciones parecidas.
Pese a ello, el entrenador de River demostró que casi siempre se las ingenia para mover las piezas y darles un nuevo orden. Habrá que esperar que ambas operaciones se concreten y que vuelva el fútbol para poder comprobarlo.