Los caminos de Boca y Silvio Romero parecen comenzar a encontrarse. El delantero cordobés, que también estuvo en la mira de River y de distintos clubes del extranjero, y que tenía todo encaminado para permanecer en Independiente, estaría cerca de arribar al último campeón de la Superliga.
Son innumerables las variantes que se manejan para que esta posibilidad se concrete. Podría producirse a través de un trueque, una venta, la ejecución de la cláusula de rescisión o un acuerdo entre los clubes con distintos jugadores incluidos.
La última de esas opciones parece ser la más concreta al día de hoy, con una propuesta que tendría como principales aristas el pago de un millón de dólares de Boca a Independiente y el traspaso de Iván Marcone a préstamo al Rojo, por un año.
Las condiciones fluctúan de manera permanente, aunque lo concreto es que Romero, después de recibir el llamado de Boca, tendría decidido cruzar el Riachuelo para ponerse la camiseta azul y amarilla.
¿Qué rol podría asumir Romero en Boca?
Boca, de momento, cuenta con Ramón Wanchope Ábila, Sebastián Villa y Mauro Zárate. Además, solo falta la firma para que permanezca Carlos Tevez y también es probable que continúe Franco Soldano.
En este contexto, son los casos de Zárate y Soldano los adecuados establecer una analogía en cuanto al futuro rol de Romero, uno de los goleadores de la última Superliga, dentro del equipo de Miguel Ángel Russo.
Zárate, por un lado, sepultó la idolatría que profesaban por él en Vélez y desembarcó en Boca en busca no sólo un sueño internacional sino también de, se supone, un desafío mayor que el que tenía por delante en Liniers.
Soldano, en tanto, llegó en silencio desde Grecia, con la intención de ratificar que lo hecho en su primera incursión grande en el fútbol argentino, en Unión de Santa Fe, no había sido fruto de la casualidad.
Los resultados fueron claramente dispares, más allá de que el presente encuentre a Zárate con su renovación confirmada y a Soldano fuera de La Boca y a la espera de una resolución del Xeneize de poner el pie en el acelerador para concretar su permanencia en el club.
Es que Soldano terminó la última Superliga como titular y pieza fundamental del equipo de Russo, no tanto por su capacidad goleadora como por su generosidad y compromiso con el resto del equipo.
Por el contrario, Zárate completó el certamen alejado de la titularidad, después de sufrir una lesión muscular que no fue más que un reflejo de su presente futbolístico y de su escasa trascendencia desde su llegada a a institución.
En caso de llegar a buen puerto las negociaciones, Romero se unirá a un equipo donde, se estima, no tendrá asegurada la titularidad.
Y allí comenzará a tallar, siempre utilizando las vías de lo hipotético, su capacidad para convertirse en el nuevo Soldano o, en su defecto, en el nuevo Mauro Zárate.