Pasaron 30 años, pero todavía duele. Se trata de una angustia profunda para todos, pero más para aquel seleccionado argentino liderado por un Diego Maradona maltrecho como nunca y lúcido como siempre. Se cumplieron el miércoles 30 años de la final perdida contra Alemania en el Mundial de Italia 90, y el 10 todavía tiene abierta la herida.
“No hacía falta que nos robaran como nos robaron”, disparó el actual entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata en una publicación de Instagram, apenas superada la barrera del 8 de julio, mismo mes y mismo día en que, tres décadas atrás, los sueños argentinos de levantar la Copa del Mundo por segunda ocasión consecutiva, y tercera en su historia, quedaron disueltos.
Edgardo Codesal Méndez, o simplemente Codesal, según el numeroso archivo de improperios escuchados de aquel tiempo a esta parte en nuestro país, fue el principal apuntado de aquella derrota, por sancionar un dudoso penal en favor de Alemania, que al cabo significó el 1-0.
Lo cuestionó, y lo cuestiona, el propio Maradona, quien de todos modos admitió que el seleccionado alemán llegó “entero” y Argentina jugó “en llantas”.
El 10 le ofreció disculpas a sus compañeros por no llevarlos nuevamente a la cima, como en México 86, y principalmente por “el maltrato que suferieron durante todo el mundial”.
Maradona se cargó sobre sus hombros toda la culpa por aquello y manifestó que todo lo que le sucedió después de ese torneo (por caso, su primer dóping positivo) “fue por ganar partidos que no debía ganar“.
“Pero si eso sirvió para hacerlos felices, volvería a hacerlo”, destacó Maradona junto al video de poco más de 11 minutos en el que recordó aquel partido en el estadio Olímpico de Roma.
Foto: Fifa.com