El cordobés Leonardo Leo Secondi se convirtió en sinónimo de gol en el fútbol de ascenso de Italia, pasando el centenar de festejos, con las camisetas de Giacomense, Taurianovese y últimamente en Bocale Calcio. En estas últimas semanas tomó una decisión que lo eliminará de la tabla de capocannonieris y le dará alivio a los arqueros de las categorías chicas italianas: colgar los botines.
Sobre esta resolución, Secondi le explicó a IAM Noticias: “la decisión, obviamente, fue difícil y dura, porque tenía pensado jugar uno o dos años más. Las últimas cinco temporadas jugué en un club que es como mi casa, era el capitán del equipo y tengo una muy linda historia personal con Bocale. Por eso me costó decidirlo, sobre todo por el afecto que me tiene la dirigencia, la gente y mis compañeros. Pero una vez resuelto, quedé muy convencido con la decisión que tomé”.
El delantero, con pasado en Deportivo Lasallano (Liga Cordobesa), Unión de Santa Fe y Talleres de Córdoba en nuestro país, señala los motivos de su retiro: “Me empecé a encargar de la administración de una agencia de representación de futbolistas, Panda Sports, siendo el puente de jugadores de Argentina a Europa. Entonces estaba obligado a dejar de jugar; realmente las dos actividades no son compatibles. No podía estar jugando y al mismo tiempo trayendo jugadores, por una cuestión de tiempo y también de ética. Y se juntó con el aislamiento por la pandemia, diría que el coronavirus también aceleró mi retiro, fue la excusa final para retirarme y dedicarme de lleno a la agencia”.
“Estoy decidido a ser un representante con una visión distinta a la del típico representante que piensa sólo en el negocio y así arruina los valores reales del fútbol. Mi proceder es aconsejar al jugador en su vida privada y social, en los valores que debe reflejar en el vestuario y la cancha. Ser un amigo de ellos, que exista confianza y tratar de transmitir los valores que creo tener e indicarles un camino correcto para su futuro”, argumenta el autor de 101 goles en los torneos italianos.
Amplia: “esa es la idea de representación que tengo y que quiero transmitir a los futbolistas jóvenes que están arrancando y a los grandes que tiene más recorrido. Tengo un socio en España y yo manejo la sede en Italia, abarcamos el mercado de varios países europeos. Para mí es imposible cortar esa relación directa, de toda mi vida, con la pelota y de esa manera la prolongo. Pretendo ser lo opuesto a algunos representantes con quienes viví malas experiencias”.
Secondi, afincado definitivamente en Reggio Calabria y casado con Francesca Pangallo -“la italiana que me hizo tirar el ancla acá”, comenta- cuenta que “lo vivido en Italia con la pandemia fue realmente una locura, nos afectó a todos. En lo estrictamente futbolístico estábamos en pleno campeonato, faltaban ocho fechas para terminar, eran muchos puntos en juego más allá que estábamos en una situación cómoda en la tabla. Durante ese aislamiento pensé y razoné y, como ya te dije, influyó en mi decisión de no continuar jugando”.
Respecto a su recorrido en Italia, el cordobés de 32 años destaca: “mi experiencia fue realmente muy buena en todo sentido. Crecí muchísmo como jugador y sobre todo como persona. Cambié completamente en mi vida privada y social y también como futbolista. Vine, por primera vez, a los 17 años, y ascendimos a la Liga Pro. Era muy chico y al año volví a Argentina, Regresé a Italia, a los 20 años, después de Talleres, y ya me quedé del todo. De aquel pibe que era en Córdoba, cambié en valores y en comportamiento social”.
Afirma: “Todo lo que viví en Italia fue un aprendizaje muy grande. me sirvió para encontrar el camino de mi vida, instalar y realizar los proyectos que tenía. Todo ese cambio fue muy positivo, por eso lo aconsejo a los chicos que estamos trayendo que aprovechen la experiencia para su desarrollo y crecimiento”.
“El ascenso italiano tiene un entorno muy sano. En Argentina es distinto, por los problemas económicos, y porque hay algunos casos de clubes que son manejados por gente no tan capacitada como lo están acá. Eso hace que en Argentina muchos futbolistas del ascenso dejen de jugar y busquen un trabajo mas sólido para tener tranquilidad en su vida. Acá, como mi caso o de muchos chicos argentinos, se puede vivir tranquilamente; muchos se han terminando radicando acá y otros han vuelto con una diferencia económica que allá no hubiesen logrado. En cuanto al juego, estamos a años luz de la táctica y la forma de jugar en Italia, donde se trabaja mucho, en la semana en la parte táctica, lo que te permite crecer en lo futbolístico”.