La dirigencia de Rosario Central tiene muchos frentes abiertos por estos días. Uno de ellos está relacionado con la importante deuda que mantiene el club con otras instituciones, en concepto de compra de porcentajes de pases y préstamos de jugadores.
El problema financiero se agravó con la falta del fútbol como consecuencia del receso por la pandemia de Coronavirus, aunque el desequilibrio comenzó mucho antes.
El monto rondaría los 3.500.000 dólares y para llegar a este momento, una de los argumentos fue la conformación de un plantel competitivo porque el objetivo era mantener la categoría.
Por tal motivo, se trajeron jugadores para la última temporada (Damián Martínez, Diego Zabala, Lucas Gamba y Federico Martínez).
Además, se negociaron fechas de pago sin tener el dinero para poder abonar las diferentes operaciones.
También existieron compromisos anteriores que tampoco se cancelaron. Por ejemplo, los derivados de los arribos de Teófilo Gutiérrez, José Leguizamón, Duván Vergara, Josué Ayala y Ciro Rius.
Más allá de las negociaciones para tratar de saldar la deuda en cuotas, ya hubo varios reclamos presentados en FIFA.
Algunos de ellos fueron los presentados por Envigado de Colombia, Racing y Liverpool, estos últimos de Uruguay, por Vergara, Zabala y Federico Martínez, respectivamente. Las cifras van desde los 350.000 hasta los 750.000 dólares.
También están a la espera Sporting de Lisboa (Teo Gutiérrez), Unión de Santa Fe (Damián Martínez), Defensa y Justicia (Rius) y Temperley (Ayala).
La situación es muy preocupante, pero la buena noticia es que todavía en Rosario Central deben cobrar unos 500.000 dólares de la venta de Leonardo Gil a Arabia Saudita, más 1.000.000 de euros por la transferencia de Giovani Lo Celso de Betis de España al Tottenham de Inglaterra, a través del mecanismo de solidaridad.
También se espera percibir cerca de 1.000.000 de la moneda norteamericana por el reclamo del Canalla en el TAS contra Lanús por Diego Braghieri.
El dinero mencionado ingresará en porcentajes y la idea es comenzar a saldar las deudas contraídas.