Delfina Pignatiello, una de las últimas grandes apariciones del deporte argentino, reclamó este jueves que le permitan volver a entrenar en una pileta.
La nadadora bonaerense acusó un parate forzado de once semanas a raíz de la cuarentena por el Coronavirus e incluso su madre puso en duda su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio, que se disputarán el próximo año.
“Hace 11 semanas que no entro a una pileta. Durante el año me tomo sólo una semana de vacaciones del agua y me toma tres meses recuperar el estado físico y mental para poder competir o estar a nivel”, ejemplificó la deportista de 20 años.
En diálogo con la señal Todo Noticias, Pignatiello reveló cómo repercute esta imposibilidad de entrenar en su cabeza: “Día por medio sueño que vuelvo a entrenar. Soñé que veía una estrella fugaz y pensaba ‘quiero correr en los Juegos Olímpicos y para eso tengo que volver a entrenar‘“.
“Cuando te levantás y te acordás del sueño pensás por qué no es verdad”, se lamentó la ganadora de tres medalla de oro en los Panamericanos de Lima 2019 (400, 800 y 1500 metros libres) y quien se quedó con el Olimpia de Oro en 2017, con apenas 17 años.
En ese sentido, agregó: “No puedo prepararme un mes antes. Saber que tal vez no pueda prepararme me frustra muchísimo y pienso en no estar tal vez en los Juegos Olímpicos”.
Su madre, María Paula Beltrame, señaló en la misma señal televisiva que, en este contexto, la decisión de no ir a Tokio “está casi tomada”. “Si ella no se entrena, ¿a qué va a ir?”, preguntó.
Por su parte, Gustavo Roldán, el entrenador de Delfina Pignatiello, cuestionó a quienes no le otorgaron a la nadadara de San Isidro a posibilidad de continuar con su preparación para los Juegos, que fueron postergados para 2021 por la pandemia mundial de Coronavirus.
“Hace nueve semanas que la Confederación presentó los protocolos, que son excelentes, y no hay respuestas. No encontramos el por qué”, afirmó Roldán.
El entrenador también afirmó: “Esta semana nos hablaron para alojarnos en alguna provincia para nadar en alguna pileta. Pero esa es la solución que esperábamos hace nueve semanas. Ahora ya es tarde”.
“Hay cero posibilidad de contagio. Es más una cuestión de miedo a lo que alguien dirá, al escrache o a la comparación con otras situaciones”, remarcó Roldán.
Por último, destacaron la desventaja de Pignatiello en relación a sus rivales en Tokio, quienes “siguieron entrenando”.