Ezequiel Garay atraviesa sus peores horas en cuanto a lo deportivo en Valencia. El defensor argentino disparó con munición pesada contra la dirigencia de ese club español y los acusó de realizar “una campaña de desprestigio” contra su persona, en el marco de una negociación fallida por la renovación de su contrato.
El subcampéon de mundo con Argentina en Brasil 2014 detalló su situación y es prácticamente un hecho que el 30 de junio próximo, cuando vence su vínculo, quedará en libertad de acción, pese a su deseo de permanecer en la institución.
Luego de filtrarse en la prensa española que supuestamente rechazó un oferta de renovacón de 2.7 millones de euros, Garay hizo su descargo en extenso video que publicó en su cuenta de Instagram. El jugador rosarino terminó con lágrimas en sus ojos y realizando un ensayo de despedida.
“Me da mucha pena llegar a este punto, pero me veo en la obligación de hacerlo, debido a la campaña de desprestigio que se está haciendo contra mi persona. Lo fácil hubirse sido que mis abogados hicieran un comunicado y yo publicarlo. Pero en la vida hay que ir de frente y por eso decidí dar la cara. No me refiero a los medios de comunicación cuando digo campaña, sino a personas de mi club, que tienen la intención de desacreditarme no solo como profesional, sino como persona”, comenzó Garay.
En esa dirección, apuntó que desde el club “dieron a entender que no quiero quedarme, y eso es falso”.
“El 2 de julio mi representante en ese momento me hace una oferta notablemente inferior a la que se ha dado en estos días, y se negocia durante el verano. A mediados de agosto empiezan a surgir inestabilidades en el club, que afectan a los jugadores, entre ellos, yo. El 30 de agosto de 2019 se le comunica a mi representante que dada la situación estoy muy desanimado, al igual que todos mis compañeros, pero le hago saber que quiero quedarme más allá de esta temporada”, repasó.
Luego, agregó: “El 13 de noviembre de 2019 se contacta conmigo otra persona del club, Jorge López, y me pregunta si quiero renovar. Mi respuesta es sí. Me hicieron una oferta verbal, inferior a la que se publicó, y quedamos sólo a la espera del contrato”.
“Pero el 7 de enero, cuando nos encontramos en Arabia, a la espera de la firma del contrato, me pide un responsable del club que acuda a la habitación del presidente (Anil Murthy) y se cambiaron las condiciones que teníamos pactadas. En ese momento comienzan las conversaciones para llegar a un nuevo acuerdo porque mi intención era renovar y cambió el interlocutor. Estas nuevas conversariones se producen con el nuevo director deportivo, César Sánchez, pero nunca se recibió ninguna nueva oferta”, agregó el futbolista de 33 años, surgido en Newell’s.
Su explicación pormenorizada continuó: “El sábado uno de febrero por desgracia me lesiono y me someto a una operación de rodilla. Tanto el entrenador (Albert) Celades como el director deportivo me hicieron saber su intención de renovarme. Poco después se me solicitó la baja federativa para fichar a otro jugador y accedí. Pregunté sobre mi renovación, pero la respuesta fue un silencio. Hasta el día de hoy no he recibido ninguna otra oferta y ni siquiera me han trasladado la intención de renovar”.
“Como trabajador voy a defender mis derechos, que se han visto alterados aprovechándose de la situación de la pandemia por parte del club. Quise colaborar en mi reducción de salario para completar el Erte (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) de los trabajadores, pero el club quería una reducción mayor”, advirtió.
Garay, quien además de aquella intervención en su rodilla padeció este año los efectos del Coronavirus, al ser uno de los infectados, remarcó: “No querer renovarle a un trabajar es lícito, pero no es necesario acabar mal. Como jugador a algunos les gustaré más y a otros menos, es comprensible. Hacer ver que por dinero no me quiero quedar me parece injusto. Siempre he querido y quiero quedarme en este club porque el Valencia me ha hecho alcanzar retos y conseguir cosas maravillosas. Aquí he sido feliz, y me encantaría seguier siéndolo, pero continuar no depende de mí”.
“Las mentiras son muy fáciles de creer, pero las verdades hay que desmostrarlas y justificarlas”, completó el marcador central argentino, quien llegó a Valencia en septiembre de 2016.