Hace exactamente un lustro, Boca recibía a River en la revancha de una de las llaves de octavos de final de la Copa Libertadores que quedó en la historia como “la noche del gas pimienta”.
El Millonario contaba con una ventaja mínima, producto de su victoria por 1-0 en el juego de ida, antes de iniciar el segundo tiempo en la Bombonera.
Sin embargo, un grupo de jugadores visitantes recibió una agresión en la manga, cuando regresaba al campo de juego, desde una de las cabeceras locales.
El partido, después un extenso lapso de incertidumbre, quedó suspendido. Días despues, Boca fue descalificado por Conmebol. River avanzó a la siguiente instancia y más tarde se quedaría con el título.
Uno de los grandes personajes de esa inédita noche fue Roger Bello, veedor de la Conmebol, quien le contó al diario Olé algunos pormenores de aquella situación.
“Esa noche tuve miedo. En los primeros minutos, tuve miedo. En medio de ese caos, me detuve un momento y miré las tribunas. Dije ‘se nos vienen encima, acá se nos meten en la cancha y nos matan a todos’. Ése era mi gran temor”, admitió el dirigente boliviano, quien descendió a la cancha después de la agresión.
También contó las recomendaciones que le dio a Darío Herrera, árbitro de aquel partido: “A los cinco minutos yo ya sabía que el partido no podía seguir, que había que suspenderlo”.
“Yo me acerqué a Darío Herrera (el árbitro) y le dije: ‘Darío, vos no digas nada. Nada. Yo te voy a ir diciendo’. Yo ya sabía lo que iba a hacer, pero no se lo dije a nadie. No podía filtrarse”, manifestó quien se desvinculó de la Conmebol hace poco más de un año.
Contó además que Marcelo Gallardo le dijo que “los jugadores no se iban a recuperar“, que los futbolistas de Boca le preguntaban “qué iba a pasar” y deslizó que Fernando Gago, por entonces futbolista Xeneize, le advirtió que si el partido no seguía, salían del estadio “todos muertos”.
También admitió que el ingreso del presidente de River, Rodolfo D’Onofrio, al campo de juego, no significó una presión y consideró que, al cabo, tomó la decisión “más imparcial”.
Por último, Bello reconoció también que, cuando redactó el informe sobre lo ocurrido, supuso la pena que le caería a Boca.
“Lo que pasó fue muy grave. Yo me fui de la Bombonera cerca de las dos de la mañana. Después de que se fueran los micros de los dos planteles. Ni un vidrio roto hubo. No pasó nada. Llegamos al hotel, estábamos en el hotel Da Vinci, en la calle Tucumán. Me acuerdo de que estuve hasta las 5.30 de la mañana haciendo el informe. Generalmente, esos informes son de una hoja. Tuve que pedir más. Fueron como cinco carillas”, explicó.
Foto: Diego Haliasz / Prensa River.