El 9 de mayo de 2010 Argentinos Juniors dio un paso fundamental para el título del Clausura 2010. Ese día remontó agónicamente para vencer 4-3 como local a Independiente y se trepó a la punta a falta de una fecha para el final del campeonato.
Nicolás Pavlovich le había dado la ventaja al Bicho, pero luego dos tantos de un incontenible Leonel Nuñez y otro de Darío Gandín lo dieron vuelta para los de Avellaneda, que tenían aun chances de pelear el título y eran dirigidos por Américo Gallego.
Claudio Borghi mandó a todo su equipo al ataque, al punto que ese duelo quedó marcado en los hinchas, entre otras cosas, por la actuación de Ignacio Canuto, habitual marcador central, como enlace en el último tramo.
Pavlovich volvió a marcar para el 2-3, pero las máximas emociones llegaron sobre el final, y serían gracias a dos defensores. Juan Sabia emparejó el marcador a los 44 minutos del segundo tiempo y Matías Caruzzo, el capitán del equipo, les dio los tres puntos clave a los de La Paternal a los 48.
El grito fue atronador, los hinchas que veían escapar sus ilusiones convirtieron su desazón en lágrimas de emoción y se abrazaron hasta con quienes no conocían. Después de todo, más que un club, Argentinos es una gran familia.
“Fue todo una locura, difícil de explicar. Cuando terminó el partido nos dimos cuenta de que Estudiantes había empatado y que nos daba la posibilidad de depender pura y exclusivamente de nosotros para ser campeones una semana después. Fue algo inolvidable y único para mi en mi club, que me ha dado todo y del que hoy vuelvo a ser parte”, expresó hoy Caruzzo para las redes sociales del club.
Gracias al empate de Estudiantes de La Plata, líder hasta ese momento, ante Rosario Central, el Bicho trepó a la punta y se terminó coronando en la última fecha con el 2-1 como visitante sobre Huracán para lograr su quinta estrella.
Revivilo en las palabras de Caruzzo: