“¿Qué estoy haciendo corriendo en un auto?“. La pregunta invadió la mente de Norberto Fontana en Concepción del Uruguay, donde disputó la primera carrera del año de Top Race, cuatro días antes que se anunciara la cuarentena obligatoria en todo el país para prevenir la propagación del Coronavirus.
El pensamiento que azotó al ex piloto de Fórmula Uno en medio de la pista del circuito entrerriano no fue azaroso: Fontana había hablado días antes con Pedro De La Rosa, Jarno Trulli y Tom Coronel, amigos cosechados en su extensa carrera europea, y ellos le advirtieron sobre los riesgos de la pandemia, que en Europa comenzaba a hacer estragos.
Por ese motivo, el arrecifeño evitó viajar vía aérea con su familia hacia Neuquén, ciudad que albergó el 8 de marzo la segunda fecha de Turismo Carretera, categoría en la que maneja el Chevrolet número 25. Prefirió ir en auto, para no poner en riesgo a los suyos.
Una semana después, Fontana se encontró con aquél interrogante al mando del Fiat número 25 del equipo Octanos de Top Race en Concepción del Uruguay, y cayó en la cuenta de que nada estaba bien.
En charla telefónica con IAM Noticias, el piloto arreficeño contó sus miedos ante la presencia latente del Covid-19, cómo afectó su cotidianeidad y los recaudos que toma junto a su familia para evitar al virus que tiene al mundo en vilo.
“A la carrera de Neuquén evité ir en avión y fui en auto, porque cualquiera que viniera de Europa podía traer el virus. A la carrera de Top Race fui por compromisos que tenía que cumplir, pero no la pasé bien. No estaba en la carrera en sí, decía ¿qué estoy haciendo corriendo en un auto?. Además te saludaba uno, otro, y yo que estaba un poquito más informado sabía que no se podía”, comentó.
Es por eso que consideró que las medidas de aislamiento fueron las correctas: “Acá hay que separar la salud de lo deportivo y lo económico. Por eso la decisión que tomó el gobierno es acertada”.
“Podés discutir si ayudó más a unos o a otros para resolver sus problemas económicos, pero lo primero que hay que mirar es hacer mientras uno pueda es el aislamiento, que es la única cura que existe”, remarcó el piloto de 45 años.
Fontana atraviesa la cuarentena en Arrecifes, su ciudad natal, junto a su mujer y a sus dos hijos, Mateo de 4 años y Delfina de 2. Y admitió que tiene “temor” por toda la situación que se está viviendo.
“Si bien acá en Arrecifes es chico, de 30 mil habitantes, y corrés menos riesgo que en Buenos Aires, donde hay mucha gente, también hay gente que viaja a esa ciudad. Como padre te da mucho temor por mis dos hijos chiquitos”, reconoció.
En ese sentido, agregó: “Estamos pasando mucha angustia y no son días fáciles para nadie”.
“Pero en mi caso pensé en ponerle un poco de mente positiva, salí un poco afuera en la quinta a hacer algunos trabajos y tratar de despejar un poco la cabeza”, agregó Fontana.
También contó que intentó despegarse lo más posible de la televisión y las redes sociales para no preocuparse demás.
“Al principio mirábamos solo tele y después de ver los casos y los síntomas, al ratito parecía que te dolía la garganta. Entonces optás por no mirar más nada y se te pasa todo. La cabeza es muy importante. Entrenar también ayuda, para despejar y descargar un poco de adrenalina”, indicó el bicampeón de TC2000.
Otra de las actividades del ex piloto de Sauber en la Fórmula Uno tiene estrecha vinculación con el mayor de sus hijos, al que le compró un karting para mantener la tradición fierrera de la familia. “Uno se estresa un poco, pero son chicos y hay que tratar de que gasten energías”, justificó.
“Le compré un karting a los amigos de Tony Kart. Con cuatro años lo agarró y anduvo. No quería publicar mucho en las redes porque por ahí la gente dice ‘estamos todos angustiados y tristes y este está haciendo correr al hijo’. Pero hice un par de vivos, la gente se puso contenta y cambié un poco la mentalidad”, completó.
Además de ocuparse de la parte física, Fontana despuntó el vicio en la carrera virtual que la ACTC organizó el pasado domingo con fines solidarios.
“Entré para cumplir con la categoría de juntar autos, darle un entretenimiento a la gente y colaborar con la cuestión solidaria. No importaba quien ganara, lo importante era ayudar. No me preparé como lo haría con una carrera, tuve algunos problemas para la instalación incluso, y con los chicos dando vueltas en casa es difícil, pero lo importante es que se ayudó”, remarcó.
Mientras espera el regreso del automovilismo y resuelve cómo afrontará sus obligaciones económicas (“ya lo tengo medio encaminado”, dijo), Fontana le dedica tiempo a la familia. Lejos del contacto social y del Coronavirus. Bien cerca de los suyos.
“Hay que tratar de disfrutar de la familia, dejar que pasen los días y esperar que se solucione pronto”, completó.
Foto: Prensa Octanos Competición.