Por quinta temporada consecutiva los Golden State Warriors jugarán la final de la NBA.
Los actuales campeones derrotaron a Portland Trail-Blazers 119-117 (en tiempo suplementario) y barrieron la final de la Conferencia Oeste 4-0.
Los Warriors tuvieron una ausencia, la de Kevin Durant, lesionado en semifinales, pero a cambio de ello apareció el líder de antaño, el que se encargó de llevar a la franquicia californiana a una nueva final: Steph Curry.
Lo hecho por Curry en el cuarto partido ante Portland, 37 puntos, 13 rebotes y 11 asistencias, fue lo que se suele llamar la “frutilla del postre”.
El base promedió en la final de conferencia 36.5 puntos por encuentro!!!, y de ese modo superó todas sus marcas previas en postemporada: 33.7 puntos (New Orleans Pelicans, 4 partidos – 1° ronda 2015); 31.5 puntos (San Antonio Spurs, 4 partidos – Finales del Oeste 2017); y 31.2 puntos (Houston Rockets, 5 partidos – Finales del Oeste 2015).
Pero si ustedes creen que con eso se termina lo hecho por Curry, se equivocan, porque no conforme con superar sus récords, se encargó de quebrar marcas de otros.
Con los 37 puntos marcados anoche, Curry alcanzó 146 puntos totales, y así estableció la mejor marca de todos los tiempos para una barrida en cuatro partidos, superando los 145 de Shaquille O’Neal durante las Finales del 2002.
Por supuesto que Curry no ganó sólo. Draymond Green, Klay Thompson, y los suplentes, en uno o varios partidos, fueron sus aliados de confianza para volver a ser el líder a la hora señalada.