Sergio Agüero pagó caro hoy el error de Ederson, arquero de Manchester City que fue expulsado a los 11 minutos de juego en la derrota de su equipo ante Wolverhampton, por la Premier League.
Ante el tempranero hombre de menos, el entrenador Josep Guardiola decidió que fuera “Kun” quien dejara el partido para el ingreso de Claudio Bravo, arquero suplente.
Lo más curioso es que en la previa, consultado Guardiola sobre el regreso al equipo de Agüero tras cinco semanas de baja por lesión, dijo que el argentino “es irreemplazable”.
Eso si, también vaticinó la buena reacción del delantero del seleccionado argentino al salir, sin ningún tipo de protesta.
“Puede que cuando Sergio se vaya viniera otro, pero él es irreemplazable. Nunca he visto a una estrella tan grande ser tan humilde, ser un chico tan divertido. Es un placer trabajar con él y cómo acepta las decisiones que pueden darse aunque no le gusten”, había expresado el director técnico en conferencia de prensa, casi anticipando lo que luego sucedió en el partido que le privó a su equipo acceder al segundo puesto.