Los jugadores de Vélez despidieron el año con una fiesta de disfraces

Vélez cerró el año futbolístico a puro festejo y sonrisas. Con la victoria ante Patronato -equipo al que superó por primera vez en sus cinco enfrentamientos oficiales- en Paraná, el Fortín quedó a dos puntos del líder, Argentinos Juniors, y a uno de los escoltas, Boca Juniors y Lanús. Motivo suficiente para una despedida divertida.

Bajo la influencia de Fabián Cubero, histórico hombre récord de Vélez que acaba de retirarse, eterno animador y líder positivo del grupo, los jugadores armaron una fiesta de disfraces. Poroto, por caso, se disfrazó de egipcio antiguo. 

Además, esta fiesta marcó la despedida de Nicolás Domínguez, el volante de la Selección, que emigrará a Bologna de Italia. 

Algunos disfraces resultaron sumamente ingeniosos. El arquero ecuatoriano Alexander Domínguez se disfrazó de El Negro del Whatsapp, como en aquella propaganda televisiva, y Lautaro Giannetti de El Manosanta, aquel inolvidable personaje de Alberto Olmedo. 

La dupla Maximiliano Romero y Tomás Guidara fueron Mario Bros y su hermano Luigi, los personajes del popular videojuego. Y el peruano Luis Abram personificó a Aladdin, el personaje de Walt Disney. 

En el salón donde se realizó la celebración reinaron las risas, las bromas y la buena onda. Y los futbolistas terminaron cantando ese hit-cábala que suena en las tribunas del José Amalfitani y también dentro del vestuario ante cada victoria: “Que quiere la Chola” de Los Palmeras.

Claro, cambiando un poco la letra para corear: “Lo que quiere es que gane Vélez”.

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