Los jugadores y el cuerpo técnico de Rosario Central recibieron este viernes antes de la práctica matutina de fútbol que se desarrolló en el Gigante de Arroyito, la ivisita de un grupo de entre 8 y 10 barrabravas, pese a que la sesión era a puertas cerradas.
Según trascendió, la charla entre las partes fue “en buenos términos”, aunque les exigieron la necesidad “de ganar” por la historia del club.
También dialogaron con varios dirigentes, que al enterarse de lo sucedido se acercaron hasta el estadio. La frutilla amarga que le faltaba al postre en un complicado contexto deportivo que vive el club rosarino.
Vale recordar que el martes por la tarde, tras perder 3-0 ante Estudiantes de La Plata, el técnico, Diego Cocca, declaró que si no le ganaban a Godoy Cruz este sábado, por a duodécima fecha de la Superliga, renunciaba a su cargo.
Sin embargo, el jueves, en conferencia de prensa, modificó esa postura, y dio a entender que eso no sucederá porque tiene plena confianza en que sus dirigidos revertirán la compleja situación.
El equipo no puede salir de la zona de descenso directo y si el torneo terminara hoy debería disputar un desempate contra Patronato para mantener la categoría. Central acumula 9 partidos sin ganar, con apenas 7 puntos sumados sobre 27 en juego.