“Me planteé ser positivo. Traté de no pensar en el tobillo y después entrar a entrenar como si no tuviese nada”.
Así resumió Facundo Campazzo el corto período de incertidumbre que vivió desde que sufriera, durante el amistoso que el seleccionado argentino de basquetbol le ganó a Rusia, un esguince en su tobillo derecho.
Sin embargo en el arranque de la jornada de hoy, el cuerpo médico le dio al base cordobés la noticia que estaba esperando: tenía el alta, y mañana, en el debut en el Mundial de China, estará en condiciones de jugar, siempre y cuando Sergio Hernández lo decida.
“No es mi primer esguince, es más de la cabeza, del temor o confianza a la hora de volver a apoyar el pie y yo estoy tranquilo en ese sentido”, puntualizó en declaraciones publicadas en la web de la CABB.
Dejando de lado su situación personal, Campazzo también se refirió al estado del equipo a horas del debut.
“El grupo está motivado, ansioso, nervioso, es una mezcla de emociones, que nos ayuda a estar enfocados y concentrados”, comentó.