Aunque fue repentina la transferencia de Maximiliano Lovera a Olympiacos de Grecia, el técnico de Rosario Central, Diego Cocca, sabía de los problemas financieros de la entidad auriazul y que el juvenil delantero era potencialmente el futbolista más vendible.
Pese a ello, el entrenador estaba molesto por la situación, ya que el formoseño era una pieza clave en el equipo, y por ese motivo se reunió esta mañana con el presidente de la institución rosarina, Rodolfo Di Pollina, el vicepresidente primero, Ricardo Carloni, y el tesorero, Adrián Raguzza.
Los dirigentes le explicaron a Cocca la imperiosa necesidad que tenía Central de conseguir dinero para hacerle frente a un montón de compromisos.
Por caso, el último fin de semana el plantel no concentró por no estar con los sueldos al día, y a eso se le sumaba una deuda de premios por la actuación en la actual Copa Libertadores.
Todas las partes desmintieron el rumor de una posible renuncia de Cocca a su cargo, más allá del enojo.
En relación al equipo que visitará el domingo a Colón, la formación tendría un cambio obligado respecto a los once que igualaron el pasado sábado con Patronato.
Es que había que encontrarle reemplazo a Lovera y Lucas Gamba picó en punta tras la práctica de fútbol matutina desarrollada esta mañana en Arroyo Seco.
Por consiguiente, Central iría al Cementerio de los Elefantes con Jeremías Ledesma; Nahuel Molina, Matías Caruzzo, Miguel Barbieri, EmanuelBrítez; Fabián Rinaudo; Ciro Rius, Leonardo Gil, Diego Zabala; Gamba y Claudio Riaño.