Caster Semenya voló hoy en los 800 metros de la Diamond League, en Doha, un par de días después de que el TAS aprobara la norma impuesta por la IAAF que la obligará a doparse para competir.
La sudafricana se impuso con un tiempo de 1:54.98, por delante justamente de otra atleta que será afectada por la polémica medida, la burundesa Francine Niyonsaba, quien marcó 1:57.75. El tercer puesto fue para la estadounisense Ajee Wilson, con 1:58.83.
Es la cuarta vez en su carrera que baja de 1.55 quien acumula 39 victorias consecutivas en su especialidad.
Fue la última competencia que pudo disputar Semenya sin la obligación de bajar artificialmente la cantidad de testosterona en su cuerpo a menos de 5 nanomoles por litro de sangre.
“Sigo entrenando, sigo corriendo. No me importa lo que venga delante de mí, como ya dije. Siempre encuentro alguna manera de seguir”, manifestó tras su nuevo triunfo.
La bicampeona olímpica y tricampeona mundial había apelado la norma ante el TAS, por lo que mantuvo la decisión en suspenso hasta esta semana, cuando el Tribunal con sede en Suiza falló que, a pesar de ser “discriminatoria”, la medida “es necesaria, razonable y proporcionada para el objetivo de la IAAF de preservar la integridad de las atletas”.
Dentro de su pesadilla personal, desde que logró sus primeros títulos, Semenya fue señalada por varias de sus rivales y hasta debió someterse a estudios para probar su condición de mujer.
Entre los argumentos presentados para su defensa, aclaró que no necesariamente una mayor cantidad de testosterona producida de manera natural produce el efecto anabolizante que podría generar el agregado artificial de la misma.
En su lucha, la campeona en Londres 2012 y Río de Janeiro 2016 incluso ha conseguido el apoyo de Naciones Unidas, que instó a la IAAF a revertir su postura.