“En la Sala VOR tienen muchas cámaras, muchas imágenes; con la tecnología lo han visto claro”, dijo en zona mixta. “Los árbitros no quieren beneficiar a ningún equipo”, añadió. Muy duro

Y Courtois no tuvo pelos en la lengua. Para variar. No acostumbra, pero menos con el Atlético de Madrid. Su antigua familia; su eterna némesis. Aquel que fuese un ídolo, incluso cuando hizo las maletas al Chelsea, se ha convertido en persona non grata. Consecuencias de marcharse al eterno rival. Y de, por si no fuera suficiente, esbozar declaraciones como aquel “ahora estoy en el lado bueno de la historia”. Thibaut nunca se ha cortado. Y tampoco esta noche.
“La UEFA lo ve claro (el doble toque de Julián Alvarez en el penalti). Estoy harto de este victimismo, de siempre llorar por cosas así. Los árbitros no quieren beneficiar a un equipo ni en España, ni en Europa. Al final… lo han visto claro y, por eso, lo han anulado. Son humanos y muchas veces pueden equivocarse, pero esta vez, con la tecnología, lo han visto claro. En la Sala VOR tienen muchas cámaras, muchas imágenes. No sé… Si vas ganando 1-0 desde el minuto 1 y no buscas el segundo… ahí está el fallo de su partido”, fueron sus palabras en zona mixta.
Aquel incendio de 2019
Otra cerilla al incendio. Todo empezó con aquel recibimiento en 2019. En la previa, su placa fue recibida con basura, pintadas y hasta muñecos de ratas. Sólo era el aperitivo. Porque en el partido, estos muñecos se le lanzaron de manera masiva, recibió insultos, cánticos poco cariñosos y hasta algunos decidieron llevar pancartas: ‘Thibu, rata’. “Entiendo que verme jugar con el rival puede doler, pero en algunos momentos se pasaron”, dijo Courtois en su documental. Después, en 2022, vino su “lado bueno de la historia” y en cuestión de tres días… arrancaron su placa.
Del “muérete” a los mecheros
Courtois no es bienvenido en el Metropolitano. Salta a la vista. En la jornada 8 de la presente Liga fue recibido con cánticos de “muérete”, a los que respondió celebrando con rabia el gol de Militao. Una reacción que llevó a varios salvajes, algunos que acudieron al fútbol con pasamontañas, a lanzar varios mecheros y botellas al campo, motivo por el que tuvo que detenerse el partido. Simeone, en rueda de prensa, señaló su actitud, alegando una provocación. Y Thibaut respondió: “Respeto su opinión, pero no la comparto; tenemos otra idea de lo que es una provocación”.
Esta noche se ha vivido su sexto capítulo en el Metropolitano como jugador del Real Madrid. Séptimo, si se cuenta cuando vino a la capital con el Chelsea. Como la de esta noche es su primera derrota en este estadio, siendo visitante. Pero dulce. Pasa a cuartos de final. Una clasificación que ha saboreado como pocos y que ha paladeado con estas duras declaraciones en zona mixta: “Estoy harto de este victimismo, de siempre llorar por cosas así”. Otras palabras que agrandarán la herida. Más leña al fuego.
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