El FC Barcelona tiene tres semanas para inscribir definitivamente al mediapunta. En caso contrario, el futbolista no podrá volver a jugar con su club este curso. De momento, nervios en el club, pero con la confianza de que al final, como siempre, se acabará resolviendo el entuerto.
Pocas entidades como el Barcelona para vivir al límite combinando nervios y optimismo. Un terreno de dudas donde Joan Laporta se mueve como pez en el agua. Cada vez que parece que el máximo dirigente del club se encuentra en un callejón sin salida halla una solución mágica de última hora para regresar a la carrera sin un raspón. Así está el club blaugrana ante la presión contrarreloj que supone la inscripción definitiva de Dani Olmo. El FC Barcelona tiene tres semanas para inscribir al internacional español de manera definitiva. Si no lo consigue, el fichaje de la temporada no podría volver a jugar de blaugrana hasta el próximo curso. Al menos en LaLiga y queda por ver lo que pasaría en la Champions, la Copa y la Supercopa de España. Hay preocupación en el club, pero también la convicción de que a última hora se encontrará una forma para salir adelante.
Dani Olmo está inscrito de manera provisional desde el 27 de agosto cuando ocupó la plaza de Christensen, dado de baja a causa de su lesión. El club no tenía el margen salarial suficiente para inscribirle y la lesión del defensa abrió una solución de emergencia de última hora. Esta medida permite al español tener licencia hasta el 31 de diciembre, que será cuando el danés se reincorpore a la disciplina blaugrana. De momento, pese a los esfuerzos del club, a falta de tres semanas para cumplir el plazo de ese permiso provisional, las cosas están exactamente igual que en agosto. No hay margen salarial para darle de alta.
En el club se tenía la esperanza de que el nuevo contrato de patrocinio con Nike sería suficiente para dar luz verde a la inscripción, pero LaLiga ya les ha dicho que no llega, pero puede ayudar. Por eso se ha programado con urgencia una asamblea extraordinaria el sábado 21 con el objetivo de que los socios den el visto bueno al acuerdo.
Además, el Barça ha adelantado un mes el cobro de las cuotas de socio, que se facturaba siempre en enero y que este año se cargará en diciembre. También se ha impulsado la venta de localidades VIP en el futuro estadio a 20 años vista. Pero con todas estas acciones, como decía Messi, “tampoco nos alcanza”.
Ante esta situación, queda la llegada de un inversor milagroso. Laporta se ha pasado gran parte del mes en Qatar tratando de vender el producto o recurrir al aval personal de los directivos. Si no sucede una combinación de estas cosas, Olmo no podrá ser inscrito, puesto que por normativa un club no puede inscribir a un jugador dos veces en un curso. Hay confianza. Y peligro.
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