El Real Madrid quiere mantener la calma y considera que la plantilla tiene recursos para enderezar el rumbo. Liverpool será el termómetro.
El Madrid sigue en su tesis de no acudir al mercado de enero. Pero ahora se ha abierto una puerta, una posibilidad. En la situación actual del equipo, en crisis tras el pésimo Clásico y el costalazo contra el Milan, la idea del club es mantener la calma. También en materia de fichajes. Según pudo saber AS, el plan es esperar hasta la visita a Anfield (27 de noviembre) antes de tomar una decisión sobre si hay que retocar o no en invierno la actual plantilla.
Por ahora, prevalece la idea en las altas instancias de la entidad de que Ancelotti y el equipo superarán este profundo bache. Con lo que hay. Se asume que la baja de Carvajal está suponiendo un impacto mayor del esperado, por lo que mientras se produce este stand-by hasta el Liverpool, el club ha comenzado a mover alguna pieza: la primera ha sido inscribir en Champions al muy prometedor canterano Jesús Fortea con la ficha y el dorsal que deja libre Carvajal. Hay tres opciones principales si se acude al mercado, pero por el momento tendrán que esperar.
No es el único agujero, el de un dos que pueda alternar con un Lucas Vázquez que se está desangrando, también se espera la ‘reactivación’ de Camavinga y Güler. La lesión que dejará fuera durante un mes a Tchouameni les acerca a un papel mucho más protagonista del que han tenido hasta ahora. Dos talentos capaces de cambiar cosas. Camavinga de dotar de más dinamismo y mejor pie al centro del campo; Güler, su imprevisibilidad y el gol que demostró atesorar lo poco que jugó la campaña pasada. En el Madrid también se cuenta con el regreso de Courtois tras el parón de selecciones, lo que elevará la protección del equipo y más con las dudas que han aflorado sobre el renovado Lunin en ausencia del belga.
Un calendario para oxigenarse
El Madrid maneja otras variables para mantener esperanza en que la situación va a estabilizarse y mejorar. Una de ellas es el calendario. El sábado tiene otra oportunidad de rehacerse contra Osasuna, luego viene el parón en el que muchos internacionales se airearán con sus selecciones y a la vuelta, Butarque, un campo asequible para completar el proceso de curación. Y después, Anfield. El termómetro que la cúpula del club quiere consultar para comprobar si la marejada ha pasado. O si hay que traer nuevos barcos a la flota.
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