La incomparecencia del Real Madrid resaltó el protagonismo de un Barcelona que, de la mano de Laporta, no dejó pasar la ocasión de sacar pecho.
La resaca de la noche vivida por la expedición del FC Barcelona culminó una semana fantástica que empezó el miércoles pasado ante el Bayern de Múnich (4-1 en Champions), siguió en el Bernabéu el sábado (0-4 al Real Madrid) y acabó en la Gala del Balón de Oro donde, ante la incomparecencia del Real Madrid, el equipo blaugrana acaparó los focos del fútbol español.
El Barcelona aterrizó con una expedición de casi 20 personas en París al mediodía enterándose en ese momento de que el Real Madrid, que supuestamente iba a ser el equipo más galardonado de la noche, no iba a aparecer como medida de protesta.
Este hecho dejó campo libre a una delegación catalana que tuvo en Joan Laporta a su máximo embajador. De hecho, el presidente barcelonista incluso se pasó un poco de sus atribuciones cuando subió a recoger el premio al mejor club femenino del año y coló en su discurso el elogio a Hansi Flick y el recuerdo de la goleada al Real Madrid el sábado pasado.
La noche empezó bien para el Barcelona, que como estaba previsto recogió el primer premio de la noche mediante Lamine Yamal, claro favorito al premio Kopa al mejor jugador menor de 21 años. Luego el club blaugrana fue nombrado el mejor equipo femenino del año y Laporta aprovechó para hacer subir a casi toda la delegación al escenario. En ese momento, además, la megafonía de la gala hizo sonar el himno del Barça en homenaje a los 125 años del club. Luego, Aitana, Graham-Hansen y Salma copaban el podio del Balón de Oro femenino antes de que se hiciera un homenaje a Johan Cruyff, que dará el nombre al premio del mejor entrenador del año. El éxtasis para Laporta.
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