Hay un agujero en la media

El Madrid está adoleciendo la marcha de Kroos más de lo que imaginaba. No es sólo la creación, sino el orden. Y Ancelotti, sin medios durante el parón.

No sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes. Aunque con Kroos el refrán podría sufrir una ligera modificación: no sabes cuán importante es lo que tienes, hasta que lo pierdes. Porque todo el mundo era consciente de la magia que atesoraban las botas del genio de los 34.000 pases –probablemente es de las pocas unanimidades que se han visto en el mundo del fútbol, uno alérgico a las unanimidades–; pero muy pocos, de lo que condicionaba a todo un equipo. En la Galaxia de Chamartín, Toni era el sol. Lo indispensable. Un genio que con su marcha no dejó un simple vacío, sino un agujero negro. El Real Madrid está adoleciendo su ausencia más de lo que se imaginaba. Es el origen del “problema”. El quid de la cuestión. Y aunque parece tabú, también es vox populi.

Cómo es posible que el Madrid haya bajado tanto, si sólo ha cambiado una pieza’, es de las frases que más se escuchan estas semanas en las tertulias. De periodistas, a aficionados. Pues porque esa pieza, era la pieza clave. Como una torre Jenga que, con perder un solo ladrillo, se viene abajo. Porque la vida real no es un videojuego. Y en el fútbol –y en la vida–, aquellos que hacen poco ruido, tienden a ser los que parten muchas nueces. Kroos era pausa y ritmo; horizontalidad cuando tocaba y verticalidad cuando se debía; era amenaza desde la frontal; era un seguro ante presiones altas; por ser, era hasta un lanzador de balones parados. El Madrid seguirá sin él, porque el Madrid siempre acaba trascendiendo a nombres, pero ya es evidente que la transición se está haciendo dura.

No hay otro Toni

Ninguno de los siete centrocampistas está siendo capaz de asumir su rol. Tchouameni ha dado un paso al frente en la creación con resultados dubitativos; Valverde tiene una calidad enorme, pero su potencial reside más en la carrera con el balón que en su circulación; y Bellingham, probablemente el más cercano a ese rol, cayó lesionado a las primeras de cambio. Más por detrás quedan Camavinga, con paralelismos a Tchouameni; Güler, un futbolista más extremo-mediapunta que timón; Modric, que no termina de alcanzar su mejor nivel; o Ceballos, lejos de esa dimensión. No hay otro Kroos en la plantilla, porque no hay otro Kroos en el mundo. Precisamente por eso el club no salió al mercado este verano, porque no vio ningún nombre que de veras pudiese asumir ese rol.

“Jugar de otra manera”

La fórmula es sencilla: “Jugar de otra manera”. Palabras de Ancelotti. Aprender a ser más vertical. Asumir que habrá menos control en los partidos, pero más potencial colmillo. El problema es que de la teoría a la práctica, está habiendo un salto más grande de lo previsto. El Madrid no sólo se ha descontrolado con el balón, también sin él. Los bloques no son “compactos”, otro término que Ancelotti ha tatuado en las primeras ruedas de prensa. Y es que Tchouameni no está jugando donde el año pasado, Valverde tampoco y el tercero en la sala de máquinas (Güler-Modric-Ceballos), fluye en una enorme volatilidad. El equipo está aprendiendo a vivir sin Kroos, pero le está costando.

Un parón sin medios…

Y las lesiones, para más inri, no ayudan. De los siete centrocampistas, cuatro están lesionados y los otros tres, con sus selecciones. Bellingham aún le quedan unas tres semanas para volver (músculo delgado plantar de su pierna derecha), Camavinga apunta a necesitar una cuarta (esguince del ligamento colateral interno en la rodilla izquierda), Tchouameni reposa con fe en llegar a San Sebastián (molestias por estrés en un metatarsiano del pie izquierdo) y Ceballos estará en la enfermería hasta noviembre (esguince de Grado III con afectación de los ligamentos en el tobillo derecho).

Y los tres disponibles, convocados por sus selecciones. Valverde ya se encuentra con Uruguay, en vistas de dos clasificatorios para el Mundial 2026: recibe a Paraguay y visita a Venezuela. En el caso de Modric, a sus casi 39 años (los cumple el lunes que viene), continúa apuntándose a lo que Croacia demande, que en este parón serán dos partidos de la Nations: viaje a Portugal y recibimiento a Polonia. Y por último, Güler, líder de la Turquía de Montella y que también tiene dos partidos de la Nations: visita a Gales y batalla, en casa, contra Islandia.

…y en el peor momento

Ancelotti se sienta esta semana en su despacho y planifica entrenamientos sin centrocampistas. No tiene a ninguno. Y es precisamente con quienes más necesita trabajar, núcleo del “problema” del equipo. La marcha de Kroos, el genio de los 34.000 pases y el 94,6% de acierto, ha dejado una herida más profunda de lo que los diagnósticos previos vaticinaron. No sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes. O, mejor dicho, la variación al uso: no sabes cuán importante es lo que tienes, hasta que lo pierdes. El Madrid aprenderá a vivir sin Toni pero, de salida, le está costando. Hay un agujero en la media.

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