El Madrid y el central francés estarían encantados de cruzar sus caminos. Pero el Al Nassr pide un traspaso y el club blanco sólo lo firmaría libre.
El sexto proyecto de Ancelotti en el Real Madrid partirá con dos centrales titularísimos(Rüdiger y Militao), uno que necesitará tres meses más para reaparecer (Alaba volverá a jugar a partir de noviembre), uno readaptado en una posición que no le hace ninguna gracia (Tchouameni) y un central de complemento que asume desde el principio su rol secundario (Vallejo). Todo ello llevó al Madrid, tras consumarse la marcha definitiva de Nacho y la ‘fuga’ inesperada de Yoro al Manchester United, a sondear el mercado para ver si surgía algo que mereciese realmente la pena.
Ahí es donde apareció la opción de Aymeric Laporte (30 años), cuya cotización ha subido como la espuma tras ser uno de los protagonistas de la España triunfal de la Eurocopa, con un rendimiento de menos a más hasta convertirse en un muro para los rivales en los decisivos partidos ante Italia, Alemania, Francia e Inglaterra.
Aymeric, como loco
El Madrid, tras lo acontecido con Yoro, tiene asumido quedarse con Tchouameni como central de guardia hasta que se recupere del todo Alaba. Pero la opción Laporte gusta a Ancelotti y, lo más importante, vuelve loco al hispano-francés. De hecho y según ha podido saber AS, Laporte estaría dispuesto a renunciar a los dos años que le restan de suculento contrato con el Al Nassr. En el verano de 2023 firmó por tres años, a razón de 24 millones de euros netos cada uno. Ya cobró su primer curso en el equipo en el que comparte vestuario con Cristiano, Mané o Brozovic, jugando 39 partidos y marcando, además, cuatro goles.
Pero el tren del Real Madrid pasa una vez en la vida y ha dejado claro que si es por él, renunciaría a esos dos años (y sus 48 millones correspondientes) sin pedirle al Madrid un contrato que rompa escala salarial alguna. Hasta ahí todo parecía perfecto para llegar a un acuerdo.
La negativa del Al Nassr
Pero el Al Nassr no está por la labor y sólo daría luz verde si hay una cantidad de traspaso por medio. No olvidemos que el club árabe pagó al Manchester City 27 millones de euros por Laporte para hacerse con su fichaje. Ahora querrían recuperar esa inversión, pero en el Madrid son tajantes y sólo aceptarían que el internacional español llegase al Bernabéu con la carta de libertad bajo el brazo. Eso aleja, de momento, un posible acuerdo, aunque el Madrid sabe que el mercado de verano es largo y de aquí al 1 de septiembre pueden pasar muchas cosas.
Incómodo en Arabia
Para Laporte la situación es incómoda porque su experiencia en el fútbol árabe no ha sido lo satisfactoria que hubiese querido en su primer año allí. En AS dijo esto a nuestro compañero Juan Jiménez en una entrevista concedida en el mes de enero: “De momento, no me lo he planteado, pero si estoy decepcionado en tan poco tiempo, te preguntas qué hacer. Aún no ha llegado ese momento, pero de cara al futuro podría serlo si la dinámica sigue así”. La situación es complicada para él porque el Al Nassr no tiene necesidad de recaudar dinero (lo tienen por castigo) y su exigencia de traspaso es más por orgullo que otra cosa, con lo que el Madrid ahí no moverá ficha ni hará un solo movimiento. El Athletic lo quiere pero tampoco puede abordar la operación.
Además, en el club blanco saben que Alaba va evolucionando positivamente dentro de la gravísima lesión que sufrió en el mes de diciembre. “El cartílago se ha regenerado bien y eso era fundamental para ser optimistas en su total recuperación. En septiembre le haremos un nuevo test de esfuerzo y en octubre empezará a entrenarse progresivamente, primero individualmente y luego con el grupo a las órdenes de Ancelotti. Si nada cambia, en noviembre ya podrá ayudar al equipo”, dicen esperanzados dentro del club. Por lo tanto, la opción Laporte está aparcada mientras que el Al Nassr no lo deje volar libre…
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