Los jugadores no son ajenos a los rumores sobre el futuro del actual entrenador. La mayoría está con el técnico, pero se hacen a la idea que habrá cambio en el banquillo.
El equipo regresó este miércoles a los entrenamientos tras haber garantizado la segunda plaza, lo que permite al club participar en la próxima edición de la Supercopa de España, y haber disfrutado de dos días de descanso para preparar el último partido de la temporada: el domingo ante el Sevilla en el Sánchez-Pizjuán. Sin embargo, la sesión, según pudo saber AS, fue especial porque más de un jugador era consciente que puede ser su última semana en el Barcelona, así como también dentro del staff, que el lunes o martes de la próxima semana conocerá de primera mano si siguen o no al frente del primer equipo.
De hecho, ahora mismo restan sólo tres entrenamientos y un partido para poner punto final a una temporada tan errática como irregular, con un bagaje muy decepcionante en cuanto a títulos. La plantilla empezará las vacaciones a partir del lunes 27 de mayo -se ha descartado el amistoso en Corea del Sur a finales de mes-, aunque algunos podrán disfrutar de pocos días al tener que incorporarse a sus selecciones para la Eurocopa y la Copa América. El club ha citado a partir del 8 de julio a los jugadores que no hayan participado en ninguna de estas dos competiciones, además de los cedidos, para iniciar la pretemporada.
Una pretemporada que todo apunta a que será sin Xavi al frente. Al menos, esa es la sensación que se respira dentro del vestuario, según ha podido saber AS. Es cierto que se trata más de intuición que de información, pero todos los inputs que llegan a la plantilla son negativos respecto al futuro del entrenador.
Tampoco Xavi Hernández invita al optimismo. “Está triste”, aseguran desde el vestuario. Motivos no le faltan al técnico para estar con la mosca detrás de la oreja: el trato recibido por parte de Joan Laporta, esquivando de manera sistemática cualquier posibilidad de verse cara a cara, y el continuo ruido externo que le sitúa fuera del club, le ha dejado muy tocado, tanto a él como a los suyos.
Lo cierto es que desde el mes de enero, el Barcelona ha estado sumido en un proceso de degradación inaceptable, con episodios tan polémicos como el anuncio de dimisión en diferido, el giro de guion en casa de Laporta tres meses después en el ‘pacto del sushi’ y el nuevo cambio de rumbo tras la rueda de prensa previa al partido contra el Almería, donde el técnico, en un discurso realista y pragmático, acabó firmando su epitafio.
Dentro del vestuario se ha vivido este auténtico caos con estupefacción y preocupación. Además, más de un jugador también se ha visto envuelto en el ruido exterior, como Vitor Roque, un fichaje polémico donde los haya, Frenkie de Jong, que llegó a acusar de “mentiras” algunas de las informaciones que se referían sobre él, o Ronald Araújo, cuyo nombre está en todas las quinielas de salida.
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