Dan Friedkin, según el ‘Corriere dello Sport’, quiere sustituir al portugués con Flick. Si mañana no gana con el Cagliari, el Special One estará fuera.
La relación entre la Roma y José Mourinho está más tensa que nunca. A pesar de las últimas victorias contra Frosinone (2-0) y Servette (4-0), el terrible arranque de campeonato (con tres derrotas en siete jornadas, entre ellas el humillante 1-4 con el Genoa) llevó a los dueños del club giallorosso a valorar el despido del portugués.
Según el ‘Corriere dello Sport’, Dan Friedkin había decidido romper con el Special One tras la derrota en el Ferraris y solo la intervención del director deportivo Tiago Pinto pudo calmar la tormenta, aunque solo de momento. Para el rotativo, si mañana la Roma pierde con el Cagliari, el despido será seguro y el equipo ya tiene listo el relevo para su banquillo.
El portugués sigue siendo un ídolo para la hinchada (ante el Servette se encadenó el 37 todo vendido seguido en el Olímpico), pero Friedkin tiene ideas distintas y ya habló con Hansi Flick, libre tras su aventura con Alemania desde septiembre, que habría dado su visto bueno. Las razones del máximo mandatario romanista todavía no quedaron claras. Ivan Zazzaroni habla de “sobrevaloración de la plantilla”, baja calidad del juego, celos, incompatibilidad de personalidades…
Motivos que el director del Corriere dello Sport no comprende, lanzando además un mensaje a Friedkin: “Espero que vuelva a cambiar de idea, respetando un grandísimo del fútbol mundial y permitiéndole terminar la temporada. No se merecen una separación traumática José, el presidente que salvó la Roma y sus tifosi, que creen en ambos”.
Se deja querer por Arabia
“¿Trabajar en Arabia Saudí? Lo haré, lo haré. Estoy en la Roma, estoy concentrado y lo daré todo hasta el último día. Nadie conoce el futuro, pero es algo que definitivamente haré”, son las últimas declaraciones del portugués. Algo que tampoco gusta nada en el club italiano…
Mientras, los giallorossi marchan en el puesto 13 de la Serie A, con ocho puntos cosechados en siete jornadas. Mañana, ante un romanista de cuna como Claudio Ranieri, Mourinho no tendrá otra opción que ganar.