Cuatro amigos, cuyos nombres responden a colores, deciden escapar de sus rutinas y vivir juntos en una comunidad bautizada El Clan de las Flores -denominación de la obra de teatro-, venerando una flor y no siguiendo las normas impuestas por la sociedad. Esta “impertinencia” molesta mucho a las autoridades militares -la acción transcurre durante un Gobierno de facto-, que recurre a métodos violentos para mantenerlos controlados.
Amarillo (interpretado por Agustina Cherry Rodríguez Sanso), Verde (Valentina Contrera), Violeta (Sofía Cineo) y Bordó (Juan Cruz Cortés) son los amigos que se reúnen para compartir la veneración a la flor, supuesta sanadora de sus males y compañera de una vida agradable.
Pero esto enfada a las autoridades, nombrados como Los Oficiales, que tiene como brazo castigador a El Oficial (Nicolás Bustos), el autoritario uniformado que dirige las torturas semanales que reciben los rebeldes luego de un pacto acordado, mostrando sumisión, para evitar que sean asesinados.
Pero el conflicto mayor se desata cuando la flor que los protege es robada por uno de los integrantes del grupo y comienza la búsqueda del culpable para evitar la caída del Clan de las Flores.
Esta obra teatral, que el domingo pasado dio su última función en el teatro El Jufré y que volverá a escena en noviembre, sorprende por su texto profundo e inquietante y es un fuerte alegato al tema de las libertades y los derechos. Sobre todo, si se considera la juventud de su autor, Juan Cruz Cortés que además asume el papel de Bordó, y de su director, Nicolás Bustos, también actor representando a El Oficial.
Las actrices, muy jóvenes también, igual que sus colegas masculinos se suman a la excelente y convincente interpretación de esta obra. Fortaleza y decisión para interpretar papeles complicados y sin titubear ni dejar dudas. Los roles de cada uno resultaron explícitos y convincentes.
Imposible no asociar esta temática de libertad, orden, sumisión, violencia, intolerancia, uniformes, lealtades y reglas de conducta y pensamiento a lo ocurrido en la República Argentina durante la última dictadura militar entre 1976 y 1983 aunque estos juveniles y talentosos artistas no hayan sido testigos de esa época.
Agustina Cherry Rodríguez Sanso hizo su debut sobre el escenario en esta obra y respondió con brillantez. Contó que “quedé muy conforme sobre todo porque es mi primera experiencia. El Clan de las Flores tiene una temática fuerte y nuestro compañero, Juan Cruz Cortés, la hizo de una manera mas que original y eso estuvo muy bueno”.
Reflexionó que “por ahí estamos planeando modificar o mejorar algunas cositas, pero estamos orgullosos porque hicimos funciones a sala llena en El Jufré” y anticipó que “en noviembre volvemos a presentar la obra, estamos viendo si nuevamente acá en Buenos Aires o también estamos analizando salir de gira a otras localidades”.
Sobre la vinculación de El Clan de las Flores y lo sucedido en Argentina durante el último gobierno de facto, Cherry respondió: “No es directamente eso, pero obviamente viviendo en el país que vivimos está en ese contexto. Es obvia la asociación”.
Ante el pedido de una reflexión sobre este espectáculo teatral, la joven y prometedora actriz analizó: “Es complicado dar un respuesta a este tema. Creo que a nivel personal es muy importante la libertad, pero reconozco que es muy difícil terminar de entender lo que es, lo que significa. y como es lograrla sin tal vez uno mismo interferir en su propia libertad. O sea, en la búsqueda de tu libertad tenés que evitar interferir en la libertad de los demás”.