San Lorenzo y Racing empataron 1-1, en el estadio Pedro Bidegain, por la cuarta fecha de la Zona B de la Copa de la Liga Profesional. El partido estuvo marcado por tres errores del árbitro Fernando Rapallini, que fueron subsanadas por el VAR.
Arrancó mejor San Lorenzo, con mayor cohesión y homogeneidad, plantando un equipo corto y con tenencia. A Racing le costó afirmarse y sentirse cómodo en ese inicio del partido. Pero luego La Academia, guiada por la claridad de Juanfer Quintero cambió el rumbo del partido.
Fernando Rapallini se equivocó mal en dos situaciones dentro del área. Primero ignoró un penal -una clara mano de Gonzalo Piovi tras un remate de Agustín Giay-, pero desde el VAR le advirtieron el error y tras ver la acción en la pantalla el árbitro cambió de opinión y lo cobró.
Lo ejecutó Federico Girotti, con absoluta precisión, mandando la pelota a un rincón bajo inaccesible para Gabriel Arias que se tiró hacia esa punta, para poner a San Lorenzo en ventaja a los 11 minutos.
Se volvió a equivocar Rapallini, a los 32 minutos, esta vez en el área de enfrente. Cobró penal ante un mano inexistente de Malcolm Braida tras un remate de Juan Fernando Quintero. Y otra vez llegó el llamado del VAR para que el referí revisase la jugada en la pantalla y rectificase su error.
Hubo una tercera corrección del VAR en el primer tiempo. Un planchazo de Rafael Pérez a Juan Nardoni no fue sancionado por Rapallini. Un nuevo llamado desde Ezeiza se lo hizo notar y Rapallini le sacó tarjeta roja al marcador central de San Lorenzo, en el largo tiempo de descuento de la etapa inicial.
En el octavo minuto de tiempo adicionado, Leonardo Sigalli sacó un fantástico derechazo, desde afuera del área, para igualar el resultado.
En el segundo tiempo, San Lorenzo dejó afuera a su delantero más peligroso, Federico Girotti, reemplazado por Carlos Insaurralde con el objetivo de cubrir el hueco dejando por la expulsión de Pérez. Y Racing tuvo mayor posesión, pero salvo una gran chance que no pudo conectar Maximiliano Romero en el área chica tras un centro de Nicolás Oroz, no consiguió vulnerar el orden y el esfuerzo defensivo del local.
El sacrificio y la personalidad del equipo de Rubén Insúa volvió a hacer notar y no le permitió a Racing sacar provecho del jugador de más.