Vinicius, alerta rotura

Su lesión es más grave de lo esperado. Hoy, resonancia: apunta a rotura en el isquio derecho (4-5 semanas). Baja ante el Getafe, no irá con Brasil… y hasta peligra el derbi.

Calma tensa en Valdebebas. Silencio, aplomo y paciencia. Pero las sensaciones en torno a Vinicius son malas. Ese dolor que sintió en Balaídos apunta a rotura en el isquio de la pierna derecha. Alerta roja. Es un asunto que el club está gestionando con sosiego: el futbolista se ha pasado el fin de semana reposando y hoy será la resonancia definitiva. Es decir, en las próximas horas se conocerá con certeza qué es lo que tiene. ¿Por qué se ha esperado hasta hoy? Para que se redujese la inflamación inicial, algo que permitirá a la resonancia detectar con mayor exactitud la profundidad del desgarro. El dolor es en la parte posterior del muslo derecho y, seguro, no jugará ante el Getafe, ni irá al parón con Brasil. A corto plazo el asunto está claro; la duda es a medio. De confirmarse, serían 4-5 semanas de baja.

Han sido dos días muy extraños. Vinicius sintió algo parecido a un “pinchazo”, pero tirando a liviano, durante un esprint. Los futbolistas, como casi cualquier deportista de élite, conocen su cuerpo al milímetro y detectan rápidamente cuándo han sufrido algo con lo que deben parar de inmediato, cuándo pueden probarse y cuándo lo que sufren es una ‘simple’ sobrecarga. En este sentido, Vinicius es casi una excepción, pues ha sufrido tan pocas lesiones musculares en su carrera que su medidor aún es impreciso. Prueba de ello es que habló con los servicios médicos y, todavía sobre el césped, les transmitió que por él, continuaba. Que no le dolía en exceso, pero sí había algo ahí. Y esto último fue lo que llevó al banquillo a tomar una decisión antónima: riesgo cero; si hay algo, por pequeño que sea, prudencia y a estudiarlo. Así que fue sustituido en el 18′.

Ya en el descanso se le hizo una primera exploración -superficial- que inyectó optimismo. No parecía nada especialmente alarmante. Pero las últimas 60 horas han ido torciendo la recta de la euforia. La inflamación de la zona fue considerable y el nivel de dolor no ha remitido. Aún no hay resolución y a ella se agarra el grupo (desde Ancelotti hasta sus compañeros), pero sí da la sensación de que podría estar en torno a un mes de baja. Cuánto, exactamente, lo esclarecerá la resonancia magnética a la que se someterá hoy, a lo largo de la mañana. La certeza en estos momentos es que no llega al partido de este sábado, frente al Getafe (16:15 horas, Movistar LaLiga) y tampoco viajará con Brasil al parón.

Algo nuevo para él

Se quedará en Madrid, recuperándose con tranquilidad. “Con el parón va a ganar tiempo para cuando volvamos”, deslizó Ancelotti ante los medios, sin esconder que esa pausa le vendrá bien para reposar sin presión y así, acortar plazos. Es una situación inédita para él: se trata de su primera lesión muscular en más de cinco años (llegó en 2018). Desde entonces se le recuerda una sola lesión, pero traumática: rotura de los ligamentos de la articulación tibioperonea, frente al Ajax, en 2019. “Después, estuve como seis meses jugando con miedo. Pensando cada vez que corría en cómo apoyar el pie y cómo no. Cuando hacía frío me dolía sin hacer nada. Iba a ponerme la bota y ya me estaba doliendo… todo, por la cabeza”, confesó a El País. Pero había sido una solitaria mancha en su currículum. Única vez que se le había visto por la enfermería de Chamartín.

Hasta ahora. Cuando se someterá a una resonancia para conocer qué ha sufrido en Vigo. ‘Sangró’ el que nunca sangraba. El propio Ancelotti ya trató de buscarle una explicación al asunto: “Hay que darle las gracias a sus padres, porque tiene una genética espectacular; pero también conviene señalar su profesionalidad… es alguien que se cuida muchísimo antes y después de los partidos, implicadísimo con su trabajo”. Esta vez, cayó. Vinicius tiene tocada la parte posterior del muslo y, aunque no es gravísimo, se teme que sea mayor de lo esperado. Bastante, de hecho.

Peligra hasta el derbi

Es baja prácticamente segura contra la Real Sociedad y para el estreno en Champions. De manera que, como están pensando, lo que pasa al cenital es el derbi en el Metropolitano (23 o 24 de septiembre), a disputarse justo cuando se cumplirían cuatro semanas de Vigo. Muy justo, muchísimo. Y si algo tiene claro el Madrid, es que no va a asumir riesgos. Vinicius volverá cuando el riesgo de recaída sea cero. Y jugará cuando tenga rodaje y alta competitiva. Sin precipitaciones. Así que ni el derbi está garantizado para él, que afronta un mes de septiembre en la enfermería. Hoy, al menos, sabrá con exactitud qué tiene y para cuánto. Al Madrid le toca activar el Plan B.

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