El Sevilla como está… y Sergio Ramos, en su casa

La debacle defensiva del Sevilla en Vitoria resucita el debate sobre el fichaje del central camero, que seguía libre pero aceptará pronto alguna oferta de las que tiene.

“¿Que Sergio Ramos quiere venir? Y yo quiero un avión, regálamelo”. Resuena todavía esta sentencia del presidente José Castro en los prolegómenos de la Supercopa de Atenas, que el Sevilla rozó con los dedos tras un magnífico partido ante el Manchester City. Cinco días después, debacle en Vitoria con un 4-3 que mantiene al equipo de Nervión en los peligrosos sótanos de la liga con una imagen penosa y la constatación de que faltarán elementos defensivos de calidad si no se quiere sufrir como se sufrió durante la pasada campaña.

“Tenemos seis centrales y Sergio Ramos no entra el modelo de plusvalías del Sevilla”, afirmaba también estas últimas semanas el director deportivo que sustituyó a Monchi, Víctor Orta. Estos son los centrales: Marcao y Nianzou, dos lesionados habituales o ‘crónicos’, en el caso sobre todo del brasileño; el recién llegado Gattoni, al que señalaron sus fallos ante el Valencia, uno de los cuales costó el partido; Kike Salas, un chaval que se comió el marrón en Mendizorroza; Gudelj, solución de urgencia el año pasado que se ha quedado ya en el puesto, pero sigue depurando el oficio porque siempre fue pivote; y Loic Badé, que ha ofrecido seguridad pero que, a sus 23 años, demuestra que debe todavía aprender de un posición que requiere de mucha madurez, como se ha visto en partidos como el de la primera jornada, donde sufrió una tonta expulsión.

En lo privado y en lo público, el Sevilla insiste en descartar la contratación del defensa de Camas, que se mantiene libre y ejercitándose en su casa a apenas 10 días para que cierren la mayoría de mercados futbolísticos. Con propuestas sin aceptar de Arabia, Turquía y la MLS, Sergio se ha ofrecido al Sevilla durante todo el verano sin que desde la planta noble del Sánchez-Pizjuán atendieran su deseo de agotar una laureada carrera en el club que le vio nacer a la elite, y al que siempre ha reconocido apoyar como hincha.

Errores de bulto y muy poca fiabilidad en la parte defensiva resucitan dentro del club la necesidad imperiosa de reforzar el centro de la zaga. La opinión pública sí que mira de nuevo al hijo pródigo como alguien que podría aportar experiencia y contundencia atrás. A pesar de haber cumplido ya los 37 años, la última gran campaña de Ramos en París y el saber que el futbolista camero está dispuesto a volver por un salario nada gravoso animan a muchos sevillistas a pensar que su retorno sólo puede beneficiar a un equipo que difícilmente ha podido hacerlo peor (seis goles recibidos ante Valencia y Alavés) en estas dos primeras jornadas de Liga.

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