Los clubes siguen padeciendo estrecheces económicas y se vuelve a vivir una contrarreloj para que los nuevos fichajes tenga ficha para jugar en las primeras jornadas.
Hoy LaLiga arranca lo que llama una nueva era, pero los clubes reviven las estrecheces económicas del año pasado. La mitad de los equipos están haciendo malabares para lograr inscribir a todos sus jugadores en la competición. Algunos no llegarán a tiempo para la primera jornada, como le sucederá a casi a una decena de jugadores del Barcelonay Betis, dos de los más afectados.
Medio centenar de futbolistas están en vilo para saber si van a poder jugar en la primera jornada o si van a tener que esperar unas semanas más. Esta situación no es nueva en LaLiga, que ya vivió un episodio muy similar el año pasado. La rigidez del control económico, aprobado y respaldado por los propios clubes, hace que no puedan inscribir a sus jugadores en la plantilla hasta que logren liberar masa salarial. Es decir, aumentar sus fuentes de ingresos o reducir los gastos. Para equilibrar esa ecuación, varios equipos están con la calculadora apurando los tiempos. El caso más sonado y conocido es el del Barcelona, que busca vender jugadores y seguir activando palancas para encontrarel suficiente hueco para inscribir hasta nueve futbolistas.Y es que Xavi ahora mismo no puede contar con sus fichajes (Gündogan, Iñigo y Oriol Romeu) ni los renovados (Iñaki Peña, Marcos Alonso, Balde, Sergi Roberto, Abde y Ronald Araújo).
Los azulgrana no son los únicos que están tan apurados. El Alavés, aunque juega el lunes, tiene once jugadores pendientes de lograr una ficha (Sivera, Duarte, Sedlar, Abqar, Benavídez, Rioja, Alkain, Guridi, Abde, De la Fuente y Sylla). El Betis, otro año más, vuelve a vivir una contrarreloj para conseguir que Isco, Bellerín, Marc Roca, Bartra, Ayoze, Rodri y Miranda tengan ficha. El club está decidiendo a qué jugadores le dan prioridad para inscribirlos de cara a la primera jornada. El año pasado, algunos se perdieron hasta tres jornadas por esta situación.
En el Atlético también están pendientes de conseguir el permiso para Söyüncü. El caso rojiblanco es el de la mayoría de clubes de Primera. Apenas les quedan uno, dos o tres jugadores por inscribir y esperan conseguir que entren a tiempo en la primera jornada. Pero es un síntoma más de las dificultades económicas que vive LaLiga. La que menos gasta de las cinco grandes europeas, con una inversión de 312,8 millones de euros. Muy lejos todavía de los 564M€ gastados la temporada pasada y más todavía de la predicción que hizo Tebas, presidente de los clubes, en mayo: “Yo creo que vamos a aumentar las ventas y compras. No se van a llegar a los mil millones, pero aumentaremos un 10 o 15%”. La realidad es totalmente contrario y eso que en junio se aprobaron nuevas reglas excepcionales en el control económico para animar este mercado.