El neerlandés Max Verstappen no se detiene y ya no sorprende verlo finalizar adelante de todos en la actual temporada de Formula 1. En el Gran Premio de Bélgica, corrido en el circuito de Spa Francorchamps, cruzó la bandera a cuadros antes que nadie y consiguió su octava victoria consecutiva, y décima en el año.
El mexicano Sergio Checo Pérez, su compañero de equipo en Red Bull, finalizó segundo, y el el monegasco Charles Leclerc, a bordo de su Ferrari, completó el podio. A continuación se clasificaron Lewis Hamilton (Mercedes) y Fernando Alonso (Aston Martin).
Verstappen largó la competencia en el sexto puesto, a causa de una penalización, y en la vuelta diecisiete ya estaba primero, desalojando del primer sitio a Checo Pérez.
La clasificación general de este Gran Premio de Bélgica, que reforzó el liderazgo de Max Verstappen, que lleva 45 victorias en Formula, fue la siguiente:
Durante la carrera se dio un curioso diálogo entre Verstappen y su box. El piloto intentó repetir lo que había hecho en el Gran Premio de Austria, buscando el récord de vuelta y un punto extra. Por eso sugirió: “Podría empujar y hacemos otra parada, ¿un poco de entrenamiento de parada en boxes?”. Pero la respuesta que recibió fue tajante: “No, esta vez no”.
Otro hecho curioso fue que durante el festejo con todo su equipo, el trofeo recibido por el veloz piloto neerlandés fue golpeado y se rompió… En la carrera pasada, Gran Premio de Hungría, el británico Lando Norris también le había roto el trofeo, sin querer durante los festejos en el podio.