La cotización del lateral izquierdo está disparada y acaba contrato en junio de 2024. Lo quiere toda Europa. El jugador prefiere seguir, pero el Barça deberá rascarse el bolsillo.
Alejandro Balde, 19 añitos, dejó una exhibición para el recuerdo el día del alirón del Barça en Cornellà. Su actuación desde el carril izquierdo resultó portentosa y resumió la que ha sido la temporada de su explosión y, al tiempo, confirmación. Balde llegó para quedarse desde que, en la segunda jornada de Liga, Xavi tomase la decisión de sentar en el banquillo a Jordi Alba ya con carácter permanente y darle la alternativa al lateral catalán.
En menos de un año, el valor de mercado del lateral ha pasado de los cuatro millones de euros (junio de 2022) a los 30 millones de marzo de 2023. La tasación es de la web especializada Transfermarkt. Pero da la sensación de que en la próximo actualización de valores, el de Balde volverá a multiplicarse.
El Barça se felicita por haber encontrado un avión por la banda. Pero también tiene motivos para preocuparse porque debe afrontar una renovación durísima. A Balde lo representa Jorge Mendes, representante con una carpeta de clubes amigos con poder adquisitivo para afrontar una operación como podría ser la de Balde. El Barça tiene ventaja en la renovación de jugador, que termina contrato en junio de 2024. Pero va a tener que rascarse el bolsillo a base de bien y además tiene prisa porque debe atarlo este verano antes de pueda marcharse gratis en junio del año que viene. Ahora, su cláusula de rescisión es de 400 millones de euros. Junto a la inscripción de Gavi en LaLiga, son los dos más trabajos más urgentes que tiene Mateu Alemany.
“Si me dicen esto hace diez meses no me lo hubiese creído. Pero con el trabajo duro, todo llega”, explicaba este domingo el lateral de origen guineano y dominicano. En esos diez meses, Balde se ha convertido en el lateral izquierdo titular del Barça, ha ido y ha debutado en un Mundial y ha ganado dos títulos, Supercopa y Liga, con el equipo de su vida. Ahora mismo es un jugador que no ve su techo.
AS