Vélez Sarsfield goleó a Central Córdoba 4-0, cerrando la octava fecha del campeonato de la Liga Profesional. Lucas Pratto, Abiel Osorio, Julián Fernández y Gianluca Prestianni anotaron los goles del equipo de Ricardo Gareca, el técnico que le devolvió la felicidad, en poco tiempo, a El Fortín.
Esa mejoría que había mostrado Vélez la fecha pasada, en el reestreno de Gareca, en el primer tiempo ante Platense -y diluida en el flojo segundo tiempo- se extendió durante todo el partido ante los santiagueños. Se nota el cambio de aire, la actitud es diferente y la táctica y el equilibrio tienen una notoria evolución.
Y con un mix de experiencia y el atrevimiento de los pibes Vélez está forjando su personalidad y su identidad. Controló sin sobresaltos el partido frente a un Central Córdoba tan ordenado como limitado. El conjunto santiagueño no perdió la línea, aunque careció de categoría y claridad.
Una lucida combinación entre Lucas Pratto y Walter Bou, llegando al fondo y mandando el pase para el zurdazo goleador del Oso, que manejó los espacios a la perfección, desató el primer festejo local, a los 16 minutos.
Lo tenía bien controlado Vélez y mostraba combinaciones interesantes. Pero Central Córdoba tuvo una enorme chance para igualar con un cabezazo desviado de Facundo Castelli a un paso de la línea de gol, cuando acababa el primer período.
Los pibes, esa camada tan rica en calidad que irrumpió en la Primera en los últimos meses, le dieron a El Fortín los gritos de festejo en el segundo tiempo. De un saque lateral de Leonardo Jara, Abiel Osorio fabricó un notable gesto técnico para recibir, controlar, encarar, puntear y superar a Marcos Ledesma, a los 6 minutos.
Con mucha fortuna llegó el tercero, Ledesma rechazó con el pie y la pelota le pegó a Julián Fernández para hacer un carambola con un extraño pique e introducirse en el arco de Central Córdoba, a los 23 minutos.
La noche feliz de El Fortín se cerró, en tiempo de descuento, con un golazo de La Pulga Prestianni (17 años), atrevido y habilidoso. La jugada arrancó con Lenny Lobato, otra de las grandes promesas del club de Liniers, ganándole posición y pelota a Ciro Rius y arrancando una larga carrera. En el momento indicado le dio el pase al medio a Prestianni, quien controló y enganchó para definir con gran categoría.
Igual que la fecha pasada, ante Platense, Prestianni y Lobato ingresaron para jugar los minutos finales y mostraron su capacidad. Esta vez volvieron a entrar y sellaron una sociedad exitosa.
Vélez, que hace dos fechas atrás andaba con el ánimo y el juego por piso, ahora con el impulso del Tigre Gareca recuperó la ilusión y la alegría y su vista apunta alto. Ya mira la tabla con otros ojos: está a sólo dos puntos de distancia del lote de los terceros (Defensa y Justicia, Racing Club, Lanús, Newell’s y Rosario Central) y a cuatro del escolta San Lorenzo.