San Lorenzo le ganó a Vélez Sarsfield 1-0, en el Nuevo Gasómetro, por la vigésimocuarta fecha del campeonato de la Liga Profesional. El desnivel en el resultado lo anotó Néstor Ortigoza, de penal, en tiempo de descuento.
El partido parecía condenado a un pálido empate sin goles, debido a la impericia en la elaboración y definición de acciones netas de ambos equipos. Aunque San Lorenzo mostró mayores inquietudes y convicción, y fue más homogéneo.
En el segundo de los cinco minutos adicionados, Malcom Braida envió un centro y Andrés Vombergar se zambulló en palomita; su cabezazo fue interceptado por el brazo de Matías De Los Santos. El árbitro Andrés Merlos, a pesar de estar muy cerca, no cobró el clarísimo penal…
Después de la advertencia del VAR, y la tras la habitual larguísima demora, 8 minutos en esta ocasión, y diálogos, Merlos se acercó a la pantalla para ver la repetición de la jugada y recién entonces cobró lo obvio. La decisión de Rubén Darío Insúa -el técnico que le dio identidad a su San Lorenzo- resolvió mandar a la cancha, desde el banco de suplentes, al experto en penales: Néstor Ortigoza.
Y el Gordo -que en su carrera ejecutó 60 penales, entre tiempo reglamentario y definiciones por penales y convirtió 56 (erró dos y le atajaron dos)- cumplió: su derechazo superó a Leonardo Burián que se tiró hacia donde fue la pelota pero nada pudo hacer. El cronómetro indicaba 56 minutos del segundo tiempo.
Sin fisuras en defensa, con intentos de conexión y orden en el medio se basó en el desnivel que conseguía el Perrito Nahuel Barrios y las decisiones acertadas de Malcom Braida -los mejores junto al colombiano Cristian Zapata-, San Lorenzo sacaba ventaja en el juego.
Pero no lo terminaba de confirmar en el área rival. Una buena y decidida proyección de Agustín Giay, por la banda derecha, con centro para Barrios, que sacó un derechazo apenas desviado, y un control, enganche y remate combado de Ezequiel Cerutti desviado por una volada de Leonardo Burián fueron sus oportunidades más claras, ambas en el primer tiempo.
Vélez volvió, con en la mayoría de este campeonato, reiteró falta de actitud y de ideas. Sin planificación, ni estrategia como para preocupar al rival. Y dispuso apenas de una sólo oportunidad neta en todo el partido, y la gestó un defensor, Valentín Gómez, cortando en el fondo y lanzándose arriba para llegar y meter, desde afuera del área, un zurdazo que tapó Agustín Batalla.
Gómez, junto a Mateo Seoane uno de los pocos jugadores visitantes que rindió, no terminó el partido. Fue expulsado por doble amarilla (falta a Vombergar, tras un error de Emanuel Insúa) a los 41 minutos del segundo tiempo. Venía de otra tarjeta roja, ante Boca el domingo pasado.
Terminó festejando San Lorenzo, con ese penal agónico, para desatar la alegría en el Bajo Flores. Y para sumarle más preocupaciones a este atormentado y golpeado Vélez que presagia un fin de ciclo para varios.