Independiente le ganó a Vélez Sarsfield 2-0, en el estadio de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, y se clasificó a los cuartos de final de la Copa Argentina. De esta manera extendió su recuperación -venía de dos triunfos consecutivos en el campeonato- y mostrando una amplia superioridad sobre el inexpresivo equipo del Cacique Alexander Medina. En la próxima fase, el Rojo enfrentará a Talleres de Córdoba, el miércoles 28 de septiembre en Resistencia.
El equipo de Julio Falcioni fue ampliamente superior en el primer tiempo. Ganando con rapidez y convicción en el mediocampo piso el acelerador en los metros finales y debió haber conseguido una holgada diferencia en esa etapa inicial.
Festejó a los 11 minutos con un golazo de Leandro Fernández, que recibió el pase de Lucas Romero, en un buen anticipo, y desde afuera del área descargo un latigazo bajo y cruzado con su pie izquierdo que entró pegado a un palo.
No se calmó Independiente con el gol, siguió con varias chances claras para aumentar. Tres seguidas con el imparable Leandro Fernández habilitando a Leandro Benegas. Una motivó una brillante tapada de Leonardo Burián, otra salió cerca y la tercera fue desviada casi en la línea por Francisco Ortega.
Benegas volvió a estar muy cerca, al recibir un centro de Damián Batallini y meter un frentazo que se fue apenas desviado.
Vélez, descoordinado y apático, recién tuvo su primera chance en el minuto 46, con un tiro libre de Luca Orellano, que Milton Álvarez manoteó por encima del travesaño.
En el segundo tiempo se mantuvo un Independiente compacto y concentrado y un Vélez sin ideas ni decisión. Y llegó el segundo gol, con una insólita definición. Leandro Banegas tuvo su revancha y pudo anotar: remató desde afuera y el medio del área Leandro Fernández engañó a Leonardo Jara y a Leonardo Burián con un movimiento y un amague mientras la pelota ingresaba mansamente al gol, a los 10 minutos.
El control psicológico, además del táctico, de Independiente resultó tremendo. Y el resultado quedó corto, demasiado corto.
Vélez desperdició la última chance que le quedaba para salvar el año y se vislumbra un final de ciclo. Exceptuando los partidos con River Plate y Talleres por la Copa Libertadores, El Fortín está sufriendo la peor temporada de su historia.