Independiente empató, como local, ante Rosario Central 0-0 por la octava fecha del campeonato de la Liga Profesional, en otra deslucida actuación. Tras la renuncia de Eduardo Domínguez, el equipo fue dirigido por Claudio Graff, entrenador de la Reserva.
El empuje de Lucas Romero y una buena atajada de Sebastián Sosa ante un cabezazo de Gino Infantino fue lo interesante de Independiente en un intrascendente primer tiempo. En el segundo tiempo, el nivel de juego disminuyó más aún. Ni Independiente, ni el Rosario Central de Carlos Tévez consiguieron darle emotividad.
Al finalizar el partido, hinchas y socios de Independiente -que en señal de disgusto habían colgado las banderas al revés- se congregaron en el playón de estacionamiento del estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini para cantar contra los directivos, sobre todo, y los futbolistas. Exigían elecciones y en un momento tenso derribaron los vallados, en medio de corridas y empujones, y tuvieron un choque con la policía, que los dispersó arrojándoles gas pimienta.