Golden State Warriors derrotó a Boston Celtics 103-90 y cerró las finales de la NBA con 4-2 favorable para coronarse campeón por séptima oportunidad.
Stephen Curry volvió a convertirse en enorme figura, anotando 34 puntos, entre ellos seis triples, 7 rebotes y 7 asistencias en sus 40 minutos en cancha. Por supuesto, fue el MVP de esta final. Y sumó su cuarto anillo de campeón de la NBA.
Celtics, jugando en su estadio, tuvo un gran comienzo y se puso 10 puntos arriba. Pero Warriors se repuso rápidamente y cerró el primer cuarto 27-22 arriba. El segundo cuarto lo ganaron 27-17. Reaccionó Celtics para quedarse con el tercero: 27-22. Y terminó festejando el equipo dirigido técnicamente por Steve Kerr, quien se coronó campeón de la NBA por novena vez: cuatro como entrenador y antes cinco como jugador.