Facundo Ledesma, el piloto que pasó del rugby al automovilismo

Foto: Facundo Ledesma Prensa

El rugby asomaba como destino deportivo de Facundo Ledesma, que arrancó desde pequeño en San Cirano. Pero a los 19 años otro deporte, bastante diferente, lo sedujo definitivamente y desde entonces el automovilismo lo incorporó definitivamente y hoy es uno de los pilotos que buscan afianzarse en el TC Pista Mouras.


“Empecé jugando al rugby, toda mi vida de chico. Igual seguía el automovilismo, con mi viejo íbamos a ver carreras y me gustaba. Un día apareció una prueba para subir a un coche de TC, era la Experiencia TC, y fui, y me sorprendí porque era un auto de verdad de TC. Subí y me fascinó, me volvió loco”, le cuenta Ledesma a IAM Noticias.


A partir de ahí la pelota ovalada y los tries quedaron marginados y los fierros, con aceleraciones y rebajes, se convirtieron en la prioridad. “Empecé a incursionar en el karting, después pasé a TC Atlántico, una categoría regional, y la Copa Bora. Fui creciendo profesionalmente, hasta que en 2018 empecé a correr TC Pista Mouras”, recuerda.


“Puedo decir que llegué a la categoría que deseaba. Aspiraba a llegar a una competencia nacional. Aunque lo veía como algo lejano en algún momento. Hace cinco años que corro en esta categoría, tratando de mantener la continuidad, algo muy complicado por el alto presupuesto que requiere”, reconoce el piloto nacido en el porteño barrio de Floresta y radicado en Mar del Plata hace poco más de una década.

Foto: Facundo Ledesma Prensa


Continuando con el tema de los costos, Ledesma considera que “es una categoría muy profesional y diría que hoy el presupuesto manda y comprende un porcentaje altísima de la exigencia del piloto. Es un número alto, son cifras siderales. Además hay fechas de carreras muy seguidas. Sin sponsors sería imposible, yo tengo varios pero siempre estoy en búsqueda de más publicidades para ser más competitivo”.

Foto: Facundo Ledesma Prensa


Explica que “tengo un equipo, Forte Sport, muy profesional y muy capacitado de tres personas que se dedica a mi auto. Una vez finalizada la carrera, lo desarman por completo y revisan todo. Mi comunicación con ellos es permanente, y siempre estamos atentos a todos los detalles”.
La actividad gastronómica, como propietario de un café y una casa de picadas, y el cuidado de su pequeño hijo alternan la actividad deportiva de Ledesma. “Siempre me hago tiempo para entrenar, y para hablar con los sponsors y por eso el teléfono es como una oficina para mi porque agiliza mucho”, admite. 


Los fines de semana con competencia obligan a un “ritmo muy intenso y acelerado”, según confiesa. Relata que “llego a  la ciudad donde se corre un jueves. En el autódromo me hago el hisopado, cumplo con los requisitos administrativos y revisamos el auto. El viernes es el entrenamiento, la puesta a punto del coche y el reconocimiento de la pista. El sábado es la clasificación y ver si quedan cosas por mejorar en el auto. Y el domingo es la final. Pasa todo rapidísimo, casi ni me da tiempo para disfrutarlo. Me concentró en buscar un buen resultado”.


El piloto de 33 años no duda al afirmar que “la pasión que existe en nuestro país por el automovilismo es terrible. Las distintas categorías del TC mueven muchísimo. El TC Pista Mouras tiene un nivel alto, porque hay muchos chicos muy jóvenes de 18 o 19 años, que no es mi caso, que suman experiencia para llegar a los 24 o 25 años al TC. Esta es la cuarta categoría a nivel nacional. Yo busco afianzarme, tener continuidad y poder pegar el salto de calidad”.

El pasado fin de semana, un problema mecánico en su vehículo le impidió lograr una buena clasificación en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, en la carrera ganada por Lucio Calvani -Nicolás Meichtri y Thomas Riccciardi completaron el podio-, sin embargo Ledesma no se desanima y ya está apuntando a tomarse revancha en el mismo escenario el domingo 20 de febrero.

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