Fernando Espinoza cumplió una muy mala actuación, ayer en Vélez-San Lorenzo. Pero además de sus errores a la hora de sancionar, el árbitro se olvidó del profesionalismo y le hizo gestos provocativos a los hinchas locales.
En el inicio del segundo tiempo, mientras sonaba el canto insultando a Espinoza, el árbitro primero le hizo sonrisas irónicas a los hinchas y luego, de frente a la Platea Sur, les tiró besos.
Los errores de un desbordado Espinoza, en un partido que por momentos se le fue de las manos, continuaron repitiéndose durante todo ese segundo tiempo. También su ansia de protagonismo. Pero más allá de las fallas técnicas, el hecho de provocar a los hinchas resultó censurable.
Espinoza trae el antecedente de varios arbitrajes negativos y discusiones con futbolistas, técnicos y directivos. Una de las últimas fue con Gabriel Milito, cuando Argentinos Juniors jugó con Racing.