El primer antecedente de una final de Copa América, denominado Campeonato Sudamericano en aquel entonces, entre Argentina y Brasil se remonta a 84 años atrás. Y fue un clásico caliente, con distintos condimentos que sazonaron con condimentos especiales la coronación de Argentina, ganando 2 a 0, en el Viejo Gasómetro de San Lorenzo.
Esa final, derivada de un empate en puntos en el primer lugar del torneo, se jugó el 1 de febrero de 1937. Participaban solamente seis equipos y jugaban todos contra todos.
Argentina ganó cuatro partidos: Chile 2-1, Paraguay 6-1, Perú 1-0 y en la última fecha a Brasil 1-0: y perdió uno: con Uruguay 3-2. Brasil, por su parte, venía con cuatro victorias consecutivas, ante Perú, Chile, Paraguay y Uruguay, y cortó su racha ante los locales en el partido donde esperaba consagrarse.
Esa igualdad en puntos obligó a un partido desempate. El escenario fue el mismo: la cancha de San Lorenzo, en la avenida La Plata. Los ánimos venían picados del partido anterior, jugado 48 horas antes, y la pierna fuerte caracterizó los 90 minutos que finalizaron empatados 0 a 0.
Tanta exaltación y enardecido estuvo el cotejo que hubo dos suspensiones por peleas, a golpes de puño y patadas, entre los futbolistas e invasión del campo por parte de los hinchas. Cuando parecía que la historia iba a quedar inconclusa por los incidentes, renació la calma y se jugó tiempo suplementario.
Y en ese alargue, Vicente Capote De La Mata (Central Córdoba, Independiente y Newell’s),juvenil de apenas 17 años entonces, ingresó desde el banco de suplentes y anotó dos dos goles en tres minutos para el 2 a 0 que derivó en la vuelta olímpica argentina.
La formación de Argentina en ese histórico partido fue: Fernando Bello; Oscar Tarrío, Luis Fazio; Antonio Sastre, Ernesto Lazzatti, Celestino Martínez; Enrique Guaita, Francisco Varallo, Alberto Zozaya, Roberto Cherro y Enrique García. Luego ingresaron Vicente De la Mata, Bernabé Ferreyra y Carlos Peucelle.
Completaron ese plantel campeón: Juan Estrada, Juan Carlos Iribarren, Alberto Cuello, Héctor Blotta, José María Minella, Bartolomé Colombo, Alejandro Scopelli y Raúl Emeal. Manuel Seoane era el director técnico.
Los goles argentinos, en la fase regular del torneo, que comenzó en diciembre de 1936, fueron: Varallo (2) a Chile; Zozaya (3), Scopelli (2) y a Paraguay; Zozaya a Perú; Varallo y Zozaya en la derrota con Uruguay; y Enrique Chueco García ante Brasil en el partido que dejó equiparado el primer lugar y decantó en la finalísima.
Luego de aquella consagración celeste y blanca, Argentina y Brasil disputarían dos finales más de Copa América: Perú 2004 con victoria brasileña por penales tras empatar 2-2; y Venezuela 2007 con goleada brasileña (3-0). Este sábado los dos colosos de América del Sur volverán a estar frente a frente para definir quien es el dueño del territorio continental.